Pekín 2008 | Baloncesto
Kobe: "Ricky marcó la diferencia ante China"
Los americanos se han fijado en el benjamín español
Kobe Bryant ya sabe quién es Ricky Rubio. Lo descubrió en el túnel de vestuarios el martes, mientras calentaba para la pachanga Estados Unidos-Angola y le echaba un vistazo al final del España-China. Entonces vio un chico con unos brazos muy largos que quitaba balones por todos lados y alimentaba a su amigo Gasol. "Pienso que Ricky marcó la diferencia. Su actuación defensiva fue espectacular. Los bases chinos no podían retener el balón ni pasarlo cuando atravesaban el centro del campo. Definitivamente, él cambió la cara del partido". Bryant, que reparte muy bien su tiempo en Pekín (visita la playa, cena al lado de Messi, le pide la camiseta en el estadio a los trabajadores y dice que seguirá siendo del Barça pese a la marcha de Ronaldinho), no es una excepción. Los jugadores estadounidenses llevan hablando días de Rubio, que ellos lo llaman por el apellido.
La actuación de Ricky, que ayer no se entrenó al mismo nivel que sus compañeros debido a un pequeño golpe en el muslo de la pierna izquierda que sufrió en el último partido, ha recibido multitud de halagos. "Aunque muchos hablen de si tal o si cuál, yo sé qué puede hacer Ricky en una cancha", ha dicho Aíto, padre deportivo que ya le ha dado galones de segundo base por delante de Raúl López y ha probado con la fórmula Calderón-Ricky para situaciones puntuales por la gran capacidad defensiva de los dos.
Ricky se refugia en la frase "soy un novato", pero la NBA empieza a estrechar el cerco sobre el chico de El Masnou. Un ojeador de Phoenix Suns siguió sus pasos durante la gira y en el Wukesong hay un reguero continuo de observadores. Los pronósticos le sitúan como número uno del draft 2010, pero su entorno ya se plantea salir a la lotería el próximo año. Ricky tiene 17 años, pero una jerarquía en el Joventut que no está pagada. Hay un desequilibrio por negociar entre sus emolumentos y su cláusula de salida que la próxima temporada debe ser enmendado. De momento él no se mete en esos temas, se dedica a jugar a baloncesto, robar balones y sentirse observado por Kobe Bryant, que, junto a LeBron y Garnett, son el número uno del baloncesto mundial.