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pekín 2008 | baloncesto (f)

España se pone en órbita

Las chicas de Evaristo Pérez se impusieron a la República Checa por 74 a 55

<b>ESPAÑA 74 - R. CHECA 55.</b> Las españolas han tomado el buen camino en la competición y ya sueñan con las mejores plazas del grupo.

España obtuvo ante la República Checa una victoria clave y una diferencia de puntos tan amplia (74-55) que le abre las puertas de la segunda fase del torneo olímpico de baloncesto.

La selección española ha puesto la quinta marcha. Ahora está plenamente integrada en el campeonato y todos los mecanismos funcionan. Ha entrado en competición. Por intensidad, por concentración, por serenidad y por el instinto para medir los biorritmos. Le ha cogido el aire a los Juegos. El proceso ha discurrido con el único sobresalto de la primera jornada frente a China, producto de una mala primera parte, aunque las chicas de Evaristo Pérez ya empezaron a corregir el rumbo en el segundo periodo del choque. Rozaron una remontada frustrada por poco, pero asimilaron la lección.

España y la República Checa estaban poniendo en discusión un asunto tan crucial como el pase a la segunda fase y la proyección dentro del grupo. Para estar en las posiciones de arriba ambos conjuntos necesitaban ganar. Y parece que, últimamente, la selección femenina se ha acostumbrado a tumbar a las checas cada vez que se les cruzan por el camino. La fase de preparación para los Juegos ha registrado tres victorias españolas sobre el equipo del técnico Igor Grudin, un botín nada despreciable frente a una de las selecciones de mayor peso mundial en el baloncesto de mujeres. Cuatro medallas en los cuatro últimos campeonatos avalan al combinado nacional. Así se movió España contra las centroeuropeas, como un combinado puntero.

Aunque las checas enseñaron los colmillos, las subcampeonas de Europa ni siquiera pestañearon. En medio del tanteo inicial (7-6) encajaron un parcial de 4-14 (11-20). El banquillo detuvo el choque inmediatamente para reunir al equipo en la banda. La dinámica de la selección nacional, interna y externa, permanece intacta y el grupo ya ha demostrado en múltiples ocasiones, incluidas citas por los puestos de privilegio de las mejores competiciones internacionales, que es todo corazón y carácter.

La racha checa vino acompañada de la tercera personal de Laia Palau. Las sombras se cernían sobre el equipo español, que cerró el primer cuarto por detrás (15-21). Le faltaba algo y ese algo anidaba en la defensa, donde necesitaba afinar la actividad. Las internacionales de Evaristo Pérez se aplicaron a ello y el dominio de la República Checa orientó los pasos hacia el precipicio. España sólo concedió seis puntos en todo el segundo cuarto y clausuró el primer tiempo por delante tras recuperar la iniciativa en el marcador a un minuto del intervalo (28-27).

Lo importante ya estaba hecho y no era únicamente retomar el mando, sino restablecer las conexiones de todo el sistema operativo. Y las conexiones entraron en la era digital a la vuelta de los vestuarios. España desbancó a las checas con un demoledor parcial de 30-11. El corte acabó con las medallistas europeas de plata veinte puntos por delante (58-38). Además, y eso es otra gran noticia para España, Amaya Valdemoro recuperó la alegría. Un triple suyo saltó los diez puntos de diferencia (49-38 m.28) y, otro más, soltó amarras definitivamente (55-38). El equipo español se reconocía por fin en toda su extensión. Los veinte puntos de Ana Montañana lo hacían todo muy familiar.

El otro asunto de consideración afectaba a la diferencia en el marcador porque es el argumento que va a marcar la distribución final de plazas en todos los empates. La distancia conseguida por España alcanzó cotas muy interesantes, pero también era de esperar que la República Checa rebuscará en la maleta y sacara sus señas de identidad. Eso les permitió limar mínimamente el tanteador, pero no superar a España, que ahora tiene posibilidades de ser segunda de grupo o, si diera la sorpresa y tumbara a Estados Unidos, primera.