Ediciones
Resultados
Síguenos en
Hola

Pekín 2008 | Baloncesto

Kobe se relaja en la playa de Pekín antes de Angola

Krzyzewski les concedió a las estrellas NBA el día libre

<b>GRAN REVUELO. </b>Kobe Bryant aprovechó su día de descanso para asistir al voley playa, donde presenció el encuentro Brasil-Georgia.
afp

Hay tiempo para todo. Al menos eso es lo que debe de pensar el seleccionador yanqui, Mike Krzyzewski, que no quiere saturar a sus chicos, los genios del enésimo Dream Team, durante sus días en Pekín.

Tras la contundente victoria sobre China del pasado domingo (101-70), el estadista de Duke no fijó entrenamiento en la Beijing University. Un descanso quizá motivado porque el siguiente en tocar a la puerta, como si se tratara de la consulta del médico, es Angola. Otro caramelito para los estadounidenses. Hasta el duelo de este jueves con Grecia (su verdugo en las semifinales del Mundial de Japón 2006) no habrá que meter una marcha más, así que, Coach K y sus chicos aprovecharon el día para descansar y hacer turismo. Unos se acercaron a la Gran Muralla, que hasta ayer sólo conocían como la alargada sombra de Yao Ming. Otros, como el caso de Kobe Bryant, optaron por pasarse a ver la competición de voley playa. O a las animadoras. Supongo que estas últimas, porque cuando se acercó a la arena se disputaba un Brasil-Georgia.

Garantías.

El relax viene bien ante lo que se avecina, aunque los profesionales EE UU están convencidos de que el oro volverá a casa este verano: "Hace cuatro años, en los Juegos de Atenas, no éramos los favoritos. Ahora tenemos un equipo de garantías", afirma Chris Paul. Por eso les viene que ni pintado lo de Redeem Team (Equipo al Rescate). "Es un apodo perfecto. Perdimos en 2004 y ésta es una excelente oportunidad de jugar bien y darlo todo cada noche".

Se nota que Krzyzewski les ha grabado a fuego eso de que "no hay enemigo pequeño". Lo confirma el propio Paul: "Debemos afrontarlo como el resto de los partidos. Hay que disputar ocho. Sólo estamos 1-0. Todavía queda mucho. Debemos mentalizarnos contra Angola como si fuera el rival más duro que podemos encontrar aquí".

Mientras Paul se mentalizaba, Chris Bosh, con bastante fama de perezoso, debía levantarse para tomar el bus hacia la Gran Muralla china. "Sabía que era algo extraordinario, así que tenía que ir. Ha merecido la pena, ha sido una expericiencia maravillosa", dijo Bosh. Tayshaun Prince volvía con él al hotel. Había que cargar pilas para enfrentarse a Angola, un rival del que lo desconocen todo. Ni siquiera saben que es eso del angolazo.