Jiménez, Garbajosa y Navarro, VIPS olímpicos

Pekín 2008 | Baloncesto

Jiménez, Garbajosa y Navarro, VIPS olímpicos

Jiménez, Garbajosa y Navarro, VIPS olímpicos

marcos

Sólo siete jugadores más estuvieron en tres o más Juegos

Si quieren ser presuntuosos, Carlos Jiménez, Juan Carlos Navarro y Jorge Garbajosa están en su derecho de proclamar que desde el 10 de agosto, día del debut ante Grecia, pertenecerán al selecto club de jugadores españoles que han participado en tres Juegos Olímpicos. "Es increíble", se congratulan. Jiménez, ahora capitán, siempre maldice la terrible concentración de Sierra Nevada en 2000. Demasiado tiempo antes de llegar a Sydney, su primera cita. "Llegamos muertos y nos fue mal, aunque curiosamente en una escala del viaje a Australia inauguramos en Japón el pabellón en el que fuimos campeones del mundo". Luego Atenas, "ese fatídico cruce", se lamenta Navarro. "En China pasarán mejores cosas", se repiten los tres.

El rey del selecto club es Epi, cuatro Juegos Olímpicos. Y luego, este ramillete con tres: Nino Buscató, Juan Antonio Corbalán, José María Margall, José Luis Llorente, Andrés Jiménez y Nacho Solozábal. Este último era el que más gustaba a Jorge Garbajosa. "Me divertía mucho verlo jugar en el Barça, aunque tal vez me asemejo más a Andrés Jiménez por características de juego. Y, por amistad personal, soy muy de Llorente". Garbajosa recuerda devorar los partidos de la generación olímpica de Los Ángeles: "Está claro que esa Selección fue un referente para todos, hizo algo histórico y ponernos a su altura va a ser complicado seguro. Epi y el resto son los espejos en los que nos hemos mirado todos, pone los pelos de punta la comparación".

Por edad, Navarro apunta como fijo a Londres 2012. Allí igualaría con cuatro Juegos Olímpicos a Epi, al que vio en el Palau mientras crecía. "Era más alto y tal vez la comparación no sea perfecta, pero claro que siempre te fijas en ellos. La gente le quería mucho", recuerda. A Carlos Jiménez, incombustible, le gusta sentirse un capitán privilegiado: "Sabemos la dificultad que implica hoy en día disputar unos Juegos. Que alcancemos estas cifras es la representación del buen momento que atraviesa el baloncesto español. Nos gustaría algún tipo de reconocimiento en forma de medalla porque sería un bonito colofón". El metal es la obsesión, porque en 2000 se mezclaron dos generaciones. "Nos trataron muy bien a Raúl y a mí, que éramos jovencitos", evoca Navarro. Pero no funcionó. Y en Atenas, después de la primera fase de ensueño, Estados Unidos. Garbajosa no quiere hablar de gafes: "Los Juegos son los Juegos, maravillosos y no van con nadie ni contra nadie. Nosotros queremos quitarnos esa amargura de Atenas".

No parece muy difícil pensar que esta vez pueden tener éxito. "El grupo es tan majo que merece lo mejor", pide la Bomba, que está de regreso al Barça después de su año de experiencia en la NBA: "Pero ahora en lo que menos pienso es en eso, tenemos los Juegos entre ceja y ceja".