Tiene una cara inquietante. Quizá sea por los ojos, algo grandes, puede que demasiado abiertos. Parece como si con sólo mirarte fuera capaz de adivinar la clave de tu tarjeta de crédito. Rajon Rondo es, a sus 22 años, el jugador más joven de los dos quintetos titulares de la final de la NBA. Y le toca lidiar con el más veterano de los diez jugadores por los que día sí y día también apuestan Doc Rivers y Phil Jackson: Derek Fisher (33 años). ¿Presión? "Si la tuviera no estaría aquí", contesta.

Rondo lleva dos temporadas en la NBA, en las que ha mejorado sus promedios de los 23,5 minutos, 6,4 puntos, 3,7 rebotes y 3,8 asistencias en la 06-07 a los 29,9 minutos, 10,6 puntos, 4,2 rebotes y 5,1 asistencias de la presente. Llegó a la Liga a la par que Sergio Rodríguez, con quien libró duelos individuales en los trials que las franquicias organizan antes del draft. Sergio apenas juega en Portland, mientras que Rondo se ha colado en la final de la NBA. Por eso le preguntamos por el base canario. "Hay jugadores que no tienen muchos minutos en sus primeros años, pero que luego mejoran y se hacen un hueco importante en la competición. Ahí está el caso de Steve Nash. Debe tener paciencia, seguro que las oportunidades llegan", afirma Rondo. Es decir, que no se venga abajo. "Eso nunca. Tiene talento para estar en la Liga", finaliza Rondo quien, camino del vestuario, se vuelve y dice: "Dele a Sergio un abrazo de mi parte". Lo dicho, que no hay que tirar la toalla.