Ya no es noticia... Pero qué bien juega Rudy Fernández. Cómo encesta, cómo pasa, cómo hace jugar al resto. El jugador del DKV brilló ayer con luz propia (nada menos que 30 puntos) en un encuentro en el que Estudiantes mereció que el DKV tuviera menos acierto. Terminó perdiendo casi de 10 puntos (97-89), pero lo cierto es que a lo largo del choque no anduvo a mucha distancia de su rival. Las estadísticas no mienten: el segundo y tercer cuarto fueron para el conjunto madrileño (16-19 y 24-27). Que el DKV no se marchara en el marcador hasta el final del partido fue gracias a la buena actuación de Sergio Sánchez y Carlos Suárez, 21 y 24 puntos, respectivamente.

Pero este Joventut es mucho equipo. Y, sobre todo, Rudy es mucho Rudy. Se cargó el equipo a sus espaldas en el último cuarto y gracias a ello el DKV abrió brecha. El otro pequeño genio verdinegro, Ricky Rubio, estaba anoche en huelga de ingenio, pero en su lugar aparecieron Pau Ribas y Demond Mallet. Al final, lo dicho, 97-89 y un poquito de showtime que tampoco hacía demasiada justicia a lo visto en la cancha a lo largo de los cuatro cuartos.