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ACB | Real Madrid 75 - Polaris M. 55

El Madrid batió al Murcia con un pequeño acelerón

Raúl Lopez, Reyes y Bullock decidieron en el tercer cuarto

<b>INFILTRADO. </b>Charles Smith ensaya el tiro tras colarse en la zona defensiva del  Polaris Murcia.
INFILTRADO. Charles Smith ensaya el tiro tras colarse en la zona defensiva del Polaris Murcia.dani sánchez

Soso, indigerible como un bocata de algodón. Dentro de pocos días el único que recordará este encuentro será el fornido Lou Roe, que mediado el tercer cuarto preparaba un mate descomunal para culminar un contraataque, cuando en pleno vuelo sideral surgió de la nada una mano misteriosa que le devolvió a la tierra, con balón incluído. Un ¡ooohh! de admiración sustituyó a los bostezos en las gradas de Vistalegre, mientras Roe miraba incrédulo al delgaducho personaje que le había mandado al suelo. Era Pelekanos, que se había jugado el físico y la mano en un salto esplendoroso.

Aquella chapa digna de la NBA fue lo único espectacular, la única perla de un choque en el que el Madrid 'regaló' a su rival el primer cuarto (11-16), normalizó la situación en el segundo (37-31) y sentenció en el tercero (54-35).

Trámite

. Aquel acelerón hizo superfluo un cuarto período que se jugó por obligación, con el único aliciente de que era el último. Tras un robo de balón, Llull se detuvo para mirar a Plaza y preguntarle la jugada a desarrollar. 'Haz lo que quieras', imagino que le dijo el técnico, porque el joven base madridista salió zumbando hacia la canasta contraria y dejó una bandejita fácil tras sortear a varios rivales. Elección justa, porque el partido era ya un correcalles, y la zona del Polaris Murcia, con Juanjo Triguero eliminado desde el minuto 34, un auténtico coladero.

Pero las cosas, decía, no empezaron fáciles para el Madrid. Plaza eligió un quinteto novedoso (Llull, Pelekanos, Smith, Iturbe, Lazaros) que no funcionó porque el gigante griego desperdició la mayoría de los ataques, haciendo de sus piernas una trenza o fallando tiros fáciles. Con defensas alternativas y buena dirección de Chris Thomas, el Polaris tomó el mando en el electrónico.

La máxima renta visitante, en cualquier caso, no pasó de 8 puntos (2-10). El Madrid fue de menos a más y, cuando coincidieron Raúl López, Bullock y Reyes, el Polaris se esfumó.