Ediciones
Resultados
Síguenos en
Hola

Baloncesto | La intrahistoria

Baby Shaq: dieta a la desesperada

El pívot griego de 22 años ronda los 200 kilos y ha accedido a perder 30 en una clínica en Suiza. O lo logra o el Olympiakos le despedirá.

Baby Shaq

Ha pasado año y medio desde que Sofoklis Schortsa­nitis­ aplastara a los Estados Unidos de LeBron en el Mundial de Japón 2006 y le diera a Grecia la medalla de plata. Tenía 21 años y asombró al mundo por la rapidez con la que movía su voluminoso cuerpo: alrededor de 160 kilos entonces. En Europa ya tenía un nombre, Baby Shaq le apodaban, pero su exhibición en el Saitama Super Arena abrió los ojos a la NBA. Los Clippers le querían, pero Sofoklis renovó con el Olympiakos hasta 2010. Con el controvertido Pini Gershon en el banquillo heleno, se acabó el trato condescendiente hacia el jugador de madre camerunesa. El gigante comenzó a no sentirse querido, a faltar a los entrenamientos y a no jugar.

En julio pasado se cayó de la selección del Eurobasket. Se acercaba a los 180 kilos y prometió "realizar un entrenamiento específico para adelgazar". Durante el verano los rumores apuntaban a que iba por el buen camino, pero en octubre, en la presentación del Olympiakos, su silueta apareció más oronda que nunca (en la imagen). Gershon ya no contaba con él y Sofoklis se encerró en su burbuja, alejado del equipo y agarrándose a un plan personalizado que no respetaba.

Su peso aumentó hasta el infinito, fuentes próximas al club de El Pireo hablan de 200 kilos y el Olympiakos dijo basta: "O adelgazas al menos 30 kilos o rescindimos el contrato", le exigieron a la vez que le presentaron tres centros de recuperación en Suiza para que eligiera uno. Tras varios desencuentros, el pívot ha accedido a marcharse pagando él. Pasará tres meses en el país helvético, donde vigilarán su obsesión por la comida. Muchos le dan por perdido como atleta de élite, pero Sofoklis promete volver: "Lo conseguiré". De no lograrlo, un dietólogo griego dice que alejado del deporte su vida podría incluso correr peligro.