Doc Rivers, técnico de Boston y de la Conferencia Este en el próximo All Star, tiene en su mano llevar a José Manuel Calderón como base reserva a la cita de Nueva Orleans. Y, si necesitaba pruebas para decidirse, el base extremeño le ha dado un puñado de ellas al ser la gran estrella de un espectacular partido en el que el segundo clasificado del Atlántico, Toronto, ha asaltado la cancha del líder de su División, de su Conferencia y de toda la liga: 112-114.
El partido, especialmente brillante en el segundo tiempo, se resolvió in extremis. Después de que Anthony Parker mantuviera las constantes vitales de su equipo ante los colosales latigazos de los Celtics, Calderón anotó dos tiros libres que ponían el 110-111 a falta de medio minuto. Ray Allen, que ya ejecutó a los Raptors en su primer duelo del año, puso a su equipo en ventaja y, con 14 segundos por jugarse, apareció de nuevo la magia de Calderón para, con una acción de canasta y tiro adicional, colocar el marcador definitivo (112-114). Esta vez no hubo milagro para Boston, que sumó su séptima derrota (33-7).
Pero no sólo de ese último minuto mágico vivió el base español, que dio una lección a lo largo de todo el partido: 24 puntos y 13 asistencias. Números de All Star. Además, 8/10 en tiros y 3/4 en triples. Un partido perfecto al que acompañaron unos Raptors en estado de efervescente gracia que firmaron un descomunal 15/21 en triples. Ahí destacaron Parker (4/6 y 23 puntos totales) y Delfino (15 puntos en una inmaculada serie de 5/5 en tiros de tres). Con 20 puntos, 7 rebotes y 7 asistencias de Bargnani y y 23+7 de Bosh, se termina de explicar la victoria de los de Sam Mitchell en una de las pistas más difíciles, si no la más hoy por hoy, de la liga.
Porque sólo la potencia descomunal del rival explica que Toronto no ganara con más holgura un partido en el que todo funcionó. No sólo eso, sino que los canadienses tuvieron que remontar en el último cuarto (21-30) después de haber sufrido en sus carnes la percusión de Garnett (26 puntos), y la presencia majestuosa de Allen y Pierce (19 cada uno). Además, el otro Allen, Tony, aportó 15 puntos desde el banquillo para ayudar a su equipo en la búsqueda de una victoria que acariciaron con los dedos...hasta que apareció Calderón.
Orlando toma el FedEx Forum con autoridad
Mientras Boston y Toronto peleaban a muerte, otra de las fuerzas del Este, Orlando Magic, salvaba su partido con mucha más comodidad, como hacen tantos y tantos equipos en su visita al FedEx Forum de Memphis (85-112).
Los Grizzlies, una vez más, tuvieron un rendimiento decreciente desde un buen primer cuarto (28-27) hasta un pésimo último parcial, con el partido ya decantado (13-26). Pan comido para unos Magic que suman su tercera victoria seguida y parecen ver luz tras unas semanas de inercia negativa (27-17). Para Memphis, la realidad es mucho más dura ya con 30 derrotas y una notable incapacidad para mostrar un rendimiento regular.
Las buenas noticias de partidos anteriores no aparecieron esta vez para los Grizzlies. Conley anotó 13 puntos, pero no fue el conductor de juego que había implementado en anteriores partido el rendimiento del equipo (5 asistencias y 5/13 en tiros). Navarro se quedó en dos puntos en apenas 16 minutos, y parece sufrir de nuevo el desconcierto en el que le sume Iavaroni, un entrenador que gestiona de forma dudosa sus recursos humanos y que le está quitando al escolta español la confianza que parecía haber recuperado. Tras tres partidos anotando por encima de 20 puntos, apenas un cuarto de hora de juego en los dos siguientes. Incomprensible, especialmente cuando Miller tiene un mal día (10 puntos).
Gasol cumplió a ritmo de doble-doble: 17 puntos y 11 rebotes, a lo que añadió 5 asistencias. Pero su rendimiento, una vez más, fue, como el de su equipo, de menos a más. Ante la situación de su rival, a Orlando le bastó con lo básico para ganar: un partidazo (otro más) de Turkoglu (26 puntos, 10 rebotes, 6/8 en triples) y el acompañamiento de Lewis y Dwight Howard.
Portland tampoco frena a los Hornets
Duelo de equipos en un gran momento y líderes por sorpresa de sus respectivas divisiones. Sorpresa relativa en el caso de los Hornets y motivada más por el nivel de sus rivales directos que por el potencial fuera de toda duda de una plantilla que, sin problemas de lesiones, es de primer nivel, y que derrotó a Portland (96-81) para sumar su sexta victoria consecutiva y seguir al mando de su División y en el grupo de cabeza del Oeste (29-12).
Sergio volvió a la realidad después de sus 16 puntos a Atlanta y no llegó a los cinco minutos de juego, en los que sólo tuvo tiempo de cometer una personal. Cinco jugadores de su equipo superaron los dobles dígitos en anotació con Aldridge a la cabeza (17 puntos y 8 rebotes), pero de nada sirvió ante unos enrachados Paul (18 puntos, 10 asistencias), West (22 puntos) y un espectacular Pargo, que apareció del banquillo para sumar 24 puntos en otros tantos minutos.
