Reyes impuso su ley para abatir al Barça

Batalla de colosos. No había ningún título en juego, pero Real Madrid y Barcelona pelearon como si les fuese la vida en ello, espoleados quizá por el ambiente eléctrico de Vistalegre, capaz de fomentar adrenalina en un pingüino muerto. El Madrid se adjudicó la victoria, con lo cual se instala provisionalmente en la segunda plaza del grupo, si bien los azulgrana salvaron el basket-average (ganaron 73-62 en la ida) y quedarán delante en caso de empate.

Pero no es partido para describir con cifras, ya que hubo más corazón que técnica en la pelea. Son equipos que se conocen bien, que anulan sus respectivos sistemas de ataque, así que la solución queda pendiente del sudor y la furia, del coraje con que se apliquen las defensas y de las rachas de inspiración individual en los ataques. En todos esos aspectos hubo líderes notables en cada bando, pero con sutil ventaja madridista. Felipe Reyes y Axel Hervelle se dejaron la piel hasta ganar la guerra de los rebotes. Tunceri (corazón y cabeza) dominó el tempo de juego y los aleros se relevaron para elevar la cuenta en el electrónico, primero Smith y después Bullock, que tras varios encuentros maniatado por los marcajes de Basile o Grimau emegió al fin como fusilero crucial en el último cuarto.

En el Barça, a excepción de Grimau, no brillaron los habituales. Fueron Ilyasova (en su mejor actuación como azulgrana), Acker y Kasun los que más aportaron al ataque de su equipo y los que recortaron los tirones madridistas.

Tableros.

El Madrid, muy motivado arrancó como un cohete y abrió brecha importante (24-9), con gran rendimiento de todo su quinteto inicial, incluído un Papadopulos más resolutivo que otras veces. Pero la escapada duró poco. En la primera rotación el Madrid frenó en seco, mientras el banquillo barcelonista doblegaba la eficacia del primer quinteto. Cerca del descanso se nivelaba el tanteo (35-33) y el resto del choque fue ya un toma y daca con diferencias cortas.

Con fogonazos de marcaje en zona el Barça descentró el ataque madridista, provocó muchas pérdidas de balón al equipo local y llegó a ponerse de modo fugaz por encima (52-55, min. 29), pero fue ahí donde el Madrid, liderado por Felipe Reyes y Hervelle bajo tableros, y por Bullock en ataque, tiró de casta para recuperar el mando. Llull dio un descanso oportuno a Tunceri (Raúl acusaba un golpe en una pierna) y en el cara o cruz final la solidez madridista bajo tableros le dio la victoria. Vistalegre sigue invicto y feliz.

Mucha intensidad en la cancha

El partido tuvo intensidad y lucha. El Barcelona se empleó a fondo para neutralizar una desventaja de quince puntos. Felipe Reyes, que en las imágenes disputa un balón en el suelo a Pepe Sánchez con Mumbrú y Grimau también rodando, fue uno de los grandes destacados. El cordobés se fue feliz: "Era una victoria bastante importante para la clasificación. Además, llegábamos tras perder dos partidos con el AXA Barcelona y no podíamos volver a caer. Todo estuvo muy igualado, pero mejoramos en el rebote defensivo".