Guerra de colosos

Vigente campeón del mundo contra vigente campeón de Europa. ¿Alguien da más? Podría ser la gran final del Eurobasket, pronosticada por muchos, pero quedará en final anticipada. España y Grecia, de nuevo frente a frente en una gran batalla internacional. En el Mundial de Japón les batimos de forma rotunda (70-47) y hemos repetido triunfo aquí, en la liguilla de octavos (76-58), pero aún así Aún así Grecia sigue infundiendo respeto. Todos sabemos que Panagiotis Giannakis y sus jugadores defenderán encarnizadamente su título continental, y tienen argumentos suficientes para ello: calidad, experiencia, coraje De hecho, apenas producirse la derrota de días atrás ante España ya anunciaron: "La próxima vez será diferente". Dicho de otra forma: saldrán hipermotivados en este nuevo choque.

Las actuales selecciones española y helena tienen bastantes características comunes. Grecia, como España, tiene un bloque que permanece casi invariable desde hace varios años, lo que facilita la cohesión en el juego y la camaradería en el vestuario.

Talismán Panas.

Una lesión ha apartado a Fotsis, y la báscula ha descartado a Schortsianitis, pero los demás son prácticamente los mismos que ganaron el Eurobasket de Belgrado 2005 y acudieron un año después al Mundial de Japón. Al frente de todos ellos, el gran talismán del basket griego, Panas Giannakis, que en su época de jugador lideró a la selección hacia su primer y memorable título continental (1987, Atenas), y años después ha logrado lo mismo como técnico. Si es cierto que el carácter del entrenador se transmite al equipo, nadie espere que esta Grecia salga acomplejada o temerosa frente a España, pese a los precedentes adversos. Al contrario: habrá crecido su deseo reivindicativo.

Un detalle que evidencia el gran potencial del conjunto heleno es que sus dos jugadores más determinantes, el base (o escolta, o alero) Papalukas, y el escolta Spanulis, no suelen aparecer en el quinteto titular. Giannakis tiene otros jugadores de gran calidad para colocar en el perímetro (Diamantidis, Chatchivretas, Vasilopulos) sin que ello ocasione inicios adversos. Luego, la entrada de las dos estrellas es una espoleta para el equipo y una banderilla de fuego para los rivales.

En los puestos de alero y pívot el grupo está más limitado, aunque no faltan jugadores de valía. Vasilopulos, el madridista Pelekanos (aún en progresión) y el ex barcelonista Kakiuzis pueden rotar en el puesto de '3', cada uno con características diversas. Kakiuzis fue el único que nos causó prbolemas en la final mundialista (17 puntos), pero Giannakis no le emplear mucho últimamente (¡ojalá siga con esa idea!).

Mientras Grecia defiende corona, España busca su primer título europeo. Tras cinco platas y dos bronces, parece justo que completemos colección. Los griegos sólo han necesitado una plata y un bronce para ganar dos medallas de oro (1987 y 2005), la primera con Giannakis al timón y Nicos Gallis de fusilero.

Ventaja.

Cita apasionante en el Palacio de Deportes madrileño. Las apuestas favorecen a España, no ya por ser el anfitrión y tener respaldo impresionante en las gradas, sino por el potencial enorme de su plantilla, algunos grados superior a la helena. Para corroborarlo será preciso que nuestros pívots tengan un gran día frente a Papadopulos, Burusis y Dikudis, aunque en el perímetro haya una relativa igualdad.