Eurobasket 2007 | España 83 - Alemania 55
¡A por medalla!
España trituró a la Alemania de Nowitzki y pasa a semifinales
Sencillamente grandioso. Un triunfo de oro, un partido memorable digno del Hall of Fame del baloncesto. La Selección española selló su pase a semifinales masacrando al ogro Nowitzki, a la selección alemana y al miedo atávico a los cuartos de final. Esta vez, el manido cruce no fue causa de lamentos, sino catapulta hacia la pugna por las medallas. El rival para semifinales que salga hoy del partido Grecia-Eslovenia tendrá muy claro que un día después afrontará un tsunami rojo e implacable, de intensidad máxima.
¿Se trataba de frenar a Nowitzki, MVP de la NBA? Pues bien: 11 puntos en el casillero de la estrella germana, su peor registro en siglos. ¿Se trataba, también, de contener al resto de la selección alemana? Pues nada, 44 puntos entre los otros once jugadores utilizados por Bauermann, de los que sólo uno, Jagla, alcanzó la decena.
Y mientras se merendaba a Nowitzki y todo el imperio teutón en defensa (¡qué atracón, qué recital de robos e intimidación!)... mientras el muro de Madrid partía en dos a Alemania, ¿qué hacía nuestra Selección en ataque? Sencillamente, arrollar y entusiasmar. Ba-lon-ces-to en su más ferviente desarrollo. La intensidad y concentración en defensa se complementaron con enorme agresividad y ritmo en ataque. Tras un primer cuarto de tanteo (18-14), José Manuel Calderón metió la quinta velocidad y quebró el espinazo germano.
Dinamita. En cinco minutos de fuego España rompió el partido. Del 26-24 que mostraba el marcador mediado el segundo cuarto se pasó a 40-27 al llegar el descanso. Era un 14-3 protagonizado especialmente por Calderón (9 puntos), por cuya culpa tendrán pesadillas mucho tiempo los bases alemanes. Y Calde, por supuesto, no estuvo solo. Sencillamente, marcó la senda por la que volaron después Navarro, Garbajosa, Rudy, Gasol y todos los flamantes campeones del mundo, una vez más dirigidos y aleccionados magistralmente por Pepu Hernández.
Crecía sin cesar España y menguaba estrepitosamente Alemania, cuyo declive global fue paralelo al de su estrella. No sólo hay que resaltar que Nowitzki hiciese pocos puntos. Es que apenas le dejaron tirar. Primero Felipe, luego Garbo, después... Después nadie, porque el propio seleccionador alemán le mantuvo sentado casi todo el último cuarto, ahorrándole la humillación de ser triturado materialmente por una Selección española insaciable y despiadada.
Los registros de Nowitzki: 5 puntos en el primer cuarto (sólo 3 tiros en juego), 4 en el segundo periodo (2 tiros) y 2 en el tercero (tres lanzamientos). Y así quedó, en 11 puntos, porque en el último cuarto sólo jugó un minuto e hizo un tiro, fallado. Abatido su mástil, la nave alemana quedó a la deriva. Por si quedaban dudas con el 40-27 del descanso, el 66-43 del minuto 30 ratificaba el inapelable éxito español. Ni siquiera entonces terminó el calvario germano. Pepu puso a los jovencitos en cancha (Marc, Sergio...) y éstos se lanzaron como tigres sobre el adversario caído, buscaron también su parte en el botín. Consecuencia: el margen subió a 37 puntos: 80-43. Cifras elocuentes en el marcador, entusiasmo desatado en las gradas. España queda a dos pasos del oro. Serán dos zancadas. Seguro.