Imparable Gasol

Calderón lo atrapó, Pau lo mató y Garbajosa se lo comió. Israel había salido en tromba, llegó a volar muy alto (19-32) pero José Manuel Calderón le arreó tres disparos en el ala (43-43) y una vez en tierra Pau lo desplumó (66-57, 26 puntos Gasol). De poner el guiso en la cazuela se encargó Garbajosa, con tres triples casi consecutivos antes de cerrar el tercer cuarto. En el último periodo ya no hubo rival. Un 19-0 llevó las cifras a 93-68 y Pepu pudo permitirse lo que había intentado sin fortuna en el inicio del choque: que se luciesen los suplentes.

España entrará en cuartos de final como líder de grupo. Un líder prestigioso y muy real, según pudo comprobar Juan Carlos I en directo. Ahora sólo queda definir el rival para ese cruce, que será el ganador del choque Alemania-Italia. Cada cual tendrá sus preferencias, pero me quedo con la respuesta de Calderón: "Mejor que digan ellos si les gustamos como adversario". La respuesta obvia es 'no'. España, olvidado el lapsus croata, asusta de nuevo. Gana, convence y divierte. Si no fuese por el miedo atávico que le tenemos a los cruces diría que el podio europeo está cada vez más cerca.

Israel, que se jugaba el ser o no ser, salió en plan huracán, tirando a canasta con acierto y enorme celeridad. Inteligente táctica, lanzando siempre antes de que España organizase su defensa, que por otro lado era casi inexistente, muy relajada.

A base de triples y contragolpes, con tiros en ráfaga de metralleta, Israel nos endosó 29 puntos en el primer cuarto. El peor registro adverso del equipo español, incluídos los amistosos. Y si las cosas iban mal en defensa, casi peor en ataque, donde Pepu había confiado la batuta a un Sergio Rodríguez demasiado nervioso. El colosal trabajo de Pau en la zona israelí no pudo compensar la sangría de balones perdidos o tiros precipitados por parte de sus compañeros.

Rosh Hashaná. Empezó a barruntarse que los israelíes iban a festejar con 24 horas de anticipo su festividad del Año Nuevo judío (Rosh Hashaná). Pero Calderón reemplazó a Sergio y amainó la tormenta. Cuando Pau marchó a su lugar descanso con la victoria encarrilada (66-57, min. 27) España aceptó el reto de ataques electrizantes, llegar y tirar, y los israelíes ya no pudieron mantener el ritmo del principio. La última resistencia la ofrecieron Naor, con sus triples, y el joven alero Eliyahu, con su polivalencia, pero un tapón impresionante de Jiménez a Eliyahu y la réplica de Garbajosa a las dianas de Naor desnivelaron definitivamente la balanza. El último cuarto fue un paseo militar español, ante un adversario resignado.

Entusiasmo en las repletas gradas del Telefónica Arena, que despide a España de nuevo pletórica de fuerza, rumbo al cercano Palacio de Deportes de Goya, donde se jugará la última fase del campeonato. Tras el descanso de hoy, mientras se resuelve el grupo F, España tendrá la temida prueba de gloria o infierno en el cruce de cuartos. Seamos optimistas. Los integrantes de nuestra Selección están acostumbrados a pelear por lo máximo y conseguirlo. Son y se saben superiores. También saben que no deben relajarse, porque puede haber sorpresas, como se evidenció ante Croacia. España es un ogro que ya no se permitirá descuidos.