Rusia, dominada

Grandioso Kirilenko y excelente Holden, pero poquito más. O sea que tampoco Rusia parece superior a España. Si esto era un anticipo de la final, un ensayo general para la conquista del oro, nuestra cotización se dispara. Ya están todas las fuerzas sobre la mesa, ya podemos calibrar el potencial y las posibilidades de todos los equipos. Y España, pese al lapsus ante Croacia, parece superior al resto. Rusia, que llegaba como gallito, era un test importante. El modo rotundo en que ayer se impuso España disipa cualquier duda sobre su calidad.

Sólo queda una incógnita: Lituania. Permanece invicta en el otro grupo y tiene al siempre temible Jasikevicius, pero en los amistosos previos cayó dos veces ante España, con amplias diferencias. Los buenos augurios, en definitiva, se consolidan para Pepu Hernández y sus jugadores. Será difícil que a los campeones del mundo se les subleve Europa. De momento, el retorno a la senda ganadora se confirmó anoche ante un adversario peligroso y en forma. Si mañana se impone a Israel, España acabará esta fase como líder de grupo. Y si perdiese sólo podrá caer al segundo puesto. Eso significa que en el cruce de cuartos de final se evitará a Lituania. Los restantes equipos tienen un nivel similar. España puede ganarles a todos... o caer ante cualquiera de ellos si tiene una mala tarde.

De menos a más.

Frente a Rusia, sólo apuros en el primer cuarto, en el que España volvió a salir con defensa en zona. Consecuencia: 5 de 7 en triples para los rusos. Ante semejante bombardeo cualquier otro rival habría quedado convertido en ruinas, pero España aguantó bien. Se metió en el refugio al sonar las sirenas y al cerrarse el primer periodo el daño era mínimo: 20-23 para Rusia. El buen inicio de Pau Gasol (7 puntos en seis minutos) y dos triples posteriores de Calderón compensaron la exhibición de los artilleros rusos.

En el segundo cuarto, cambio de poder. España ajustó su defensa, Rusia falló sus siete ensayos triples y la pérdida de puntería se reflejó en el marcador: 40-35 para nuestra Selección al llegar el descanso. Era un parcial de 20-12 en el que Kirilenko había logrado 9 de los 12 puntos rusos. El jugador de Utah Jazz había descansado casi todo el primer cuarto, al cometer dos faltas en menos de dos minutos, pero el seleccionador ruso arriesgó sacándole otra vez en el arranque del segundo cuarto, quizá porque esperaba ya un descenso notorio en la aportación de los triplistas.

A partir de ahí, dominio absoluto. Holden hizo una labor encomiable como timonel del equipo ruso, pero Calderón le dio perfecta réplica, no sólo en el control del ritmo de juego, sino mostrando gran facilidad anotadora, hasta el punto de terminar como máximo encestador del choque. El 81-69 final fue una demostración de eficacia española, tanto en ataque como en defensa. Examen superado con sobresaliente. Gran solidez del bloque, notables individualidades de Pau Gasol y Calderón, y actuación al alza de Garbajosa y Navarro. Esta vez quedaron inéditos los dos Rodríguez, Sergio y Berni. Digamos, en broma, que era un partido serio y Pepu no quería calaveradas. La realidad es que interesaba darle minutos a Navarro, para que recupere su mejor nivel, y el tempo de juego estaba bien marcado.