"El año próximo iremos a por la Euroliga"

Cinco de la tarde. Hora muy taurina para un brindis que en este caso no fue al sol, sino en nuestra casa, la redacción de AS, que se honró con la visita de los flamantes campeones de basket. Veintidós horas antes les veíamos en la pequeña pantalla, tensos en los prolegómenos del partido del Palau. Ahora les tenemos cerca, sonrientes y relajados, y en vez del balón, una copa de champán en la mano. Toda gran conquista deportiva conlleva un carrusel de visitas y recepciones que imaginamos duras para el deportista, pero es una resaca dulce, aunque de traje y corbata, que la plantilla del Real Madrid asume con disciplina y cordialidad, las mismas virtudes exhibidas durante todo el año en el trato con Prensa y aficionados.

Louis Bullock, que en sus tres temporadas con el Real Madrid ha ganado dos títulos de Liga, se muestra feliz: "Ahora me toca aspirar al título de Euroliga. Seguro que el año próximo lucharemos por ella". De momento, Sweet Lou y sus camaradas recibirán hoy el reloj de los campeones, equivalente en la ACB al anillo que reciben los ganadores de la NBA. Para Bullock será un obsequio muy grato, porque colecciona relojes.

Contratos

. Se brinda por el cierre triunfal de una gran campaña madridista y, también, por los éxitos y alegrías que esta plantilla puede ofrecer en el futuro al club. Once de sus jugadores actuales tienen más años de contrato por cumplir: Raúl López (2), Tunceri (1), Llull (2), Reyes (2), Bullock (2), Tomas (3), Mumbrú (2), Hervelle (2), Hamilton (2), Sonseca (1) y Sinanovic (2), aunque estos dos últimos serán cedidos. Respecto a los que acaban, Antonio Martín, director general de la sección, comenta: "Dentro de unos días tendremos una reunión para tomar acuerdos". Todo indica que se les ofrecerá continuidad a Charles Smith y a Sekulic. Moiso, Varda y Milic lo tienen más difícil. Los canteranos Pablo Aguilar y Nguema, como Jan Martín, seguirán ligados al club, en uno u otro destino.

El directivo responsable del baloncesto, Melchor Miralles, está ilusionado con la calidad deportiva y humana del grupo. Ha vivido con enorme intensidad el playoff por el título. "Ha sido un modo magnífico de culminar la temporada, pero a mí me ha costado engancharme otra vez al tabaco", comenta sonriente. "Llevaba cinco meses sin fumar, pero en el primer partido de la final alguien me ofreció un pitillo y, cuando quise darme cuenta, lo había liquidado".

La tensión de la temporada se disipa poco a poco en la plantilla. La mayoría piensa ya en las vacaciones. El francés Moiso, que en esta campaña ha jugado en dos equipos italianos antes de fichar por el Madrid, se tomará un merecido descanso: "Me iré a Florida a darme un atracón de playa". Mientras, Bullock hace cuentas. El pasado mes de mayo se cumplieron cinco años de su llegada a España. ¿Y si acabase su carrera con pasaporte español?