Final ACB | Winterthur 75 - Real Madrid 70
El Winterthur frenó a Felipe y alarga la final
Un 15-0 de salida lanzó a los azulgrana. Sólo Bullock respondió
Pudo ser una derrota por KO en el primer asalto (15-0, min. 5), pero el Madrid mostró mandíbula de hierro, espíritu de fajador y acabó cediendo por escaso margen (75-70). Lo justo para demostrar que, aunque no sentenció ayer el título en el Palau, por la vía rápida, tiene argumentos suficientes para decidir en el cuarto asalto.
Sí: el Barça y la final siguen vivos (2-1), pero la derrota de anoche quitó poco crédito al Real Madrid. Ivanovic pidió a sus hombres intensidad máxima, agresividad límite, y el Winterthur fue un tsunami en los primeros minutos. Un triple de Lakovic y dos de Navarro, cuando el Madrid aún se desperezaba, pusieron tinte de masacre al inicio del choque, hicieron recordar la demoledora exhibición barcelonista en la final de Copa (donde firmó un 21-5 en el primer cuarto). Esta vez el primer periodo se cerró con 24-8. Parecía suficiente para consumar la paliza.
Aturdidos sus jugadores, fue Joan Plaza quien reaccionó con eficacia. Implantó la defensa en zona 2-3 que quizá tenía reservada para el último cuarto, y aquello frenó por completo el endiablado ritmo catalán. Y al mantener muchos minutos a Ukic como director de juego, el propio Ivanovic colaboró en el parón azulgrana.
En el descanso el margen había bajado a siete puntos (39-32), pese a que Felipe Reyes estaba con su cuenta a cero, y Bullock en dos puntos. Buenas perspectivas para el Real, que se confirmaron en el tercer cuarto, cuando Sweet Bullock se echó el equipo a la espalda y, con 12 puntos, lideró una contundente, fría, cerebral reacción blanca. Con un 14-22 en ese tercer periodo el Madrid se ponía por primera vez arriba en el marcador (53-54) y afrontaba el último round con renovadas esperanzas.
Se disiparon pronto. El impulso madridista aún subió hasta una ventaja de 4 puntos (55-59, min. 32), pero bastó que Plaza concediese un reposo a Bullock para que el Barça emergiese de nuevo. Impulsado por Navarro, Trías y Kakiuzis, redondeó un 15-2 en siete minutos que era la victoria (70-61, min. 39). Joan Plaza había recurrido de nuevo a Bullock cuando el parcial estaba en 11-0, pero Grimau hizo un gran trabajo en defensa y el retorno del talismán madridista ya sólo sirvió para dejar en corto margen la diferencia final.
El cuarto partido, de nuevo en el Palau, se televisará por la primera cadena de TVE. La final gana en pasión y expectación. Ayer hubo lanzamiento de objetos (en su mayor parte, bolas de papel) y tensión enorme en el recinto culé. El Winterthur ha salvado el primer match-ball, ha impuesto su juego rápido en el tercer asalto, pero el Madrid reaccionó bien frente al temporal. En un día flojo de Felipe Reyes, Edu Hernández-Sonseca dio un valioso paso al frente. El Palau, como Vistalegre, toma protagonismo. La final se agiganta.