ACB | Real Madrid 65 - DKV Joventut 61
Real Madrid-Winterthur, final de Liga y revancha
Cayó el DKV Joventut y se reencuentran los finalistas de la Copa
Un clásico como Aíto, experto en tragedias, sabía bien dónde estaba la amenaza. Se llamaba Sweet Bullock. Primero le envió a Ricky Rubio como perro de presa. Luego a Laviña, a continuación Paco Vázquez, Rudy Fernández, de nuevo Laviña y otra vez Vázquez. Aíto consiguió así que Bullock sumase sólo 9 puntos con tiros en juego (3/9 de 2p, 1/4 triples), pero... ¿Cómo frenar a nadie en los tiros libres?
Fue así, desde el punto de penalti, como se resolvió esta niveladísima guerra de cien años entre el poderoso Real Madrid y el rebelde Joventut. Con siete libres en siete intentos (cuatro de ellos en los 17 últimos segundos) Bullock rompió la igualdad crónica del partido, de la serie, y colocó al Real Madrid en la final ACB, donde se encontrará, con ventaja de campo, a su rival más clásico, Winterthur Barcelona. Final idónea para la tele, para las aficiones mayoritarias, y revancha de la final de Copa del Rey, donde la insultante superioridad azulgrana aún escuece en el orgullo de la plantilla madridista.
Aíto y sus jugadores han luchado hasta el límite de sus posibilidades. Una vez más saltaron a la cancha con pinturas de guerra, dieron un recital de garra y argumentos defensivos, forzaron 17 pérdidas de balón y bajos porcentajes de tiro en el Madrid, pero el Real respondió con enorme solidez en rebote, indivualidades salvadoras en ataque (rachas cruciales de Raúl López, Felipe y Mumbrú) y, al final, una defensa en zona que transformó el empate a 51 del minuto 34 en valiosísimo tirón blanco en el minuto 38 (58-51).
No había terminado allí la angustia para el Madrid. Rudy, con dos triples, y Flis, con un mate, sembraron de nuevo la alarma en la parroquia local (61-59, min. 39), de modo que todo hubo de resolverse en la tanda de panaltis, o sea los tiros libres. Y allí, en la línea, Sweet Bullock fue letal. Cuatro de cuatro. Una canasta intermedia de Bennett dejó las cosas en 65-61. El factor cancha se había impuesto. Vistalegre de nuevo talismán. "Me ilusiona jugar contra mis maestros, y ganarles", dijo Joan Plaza tiempo atrás. Bien, pues ya lo ha conseguido contra Aíto. Quizá todo pudo ser distinto si en el cuarto partido Rudy hubiese estado en plenitud, pero eso, como diría Kipling, ya es otra historia. Lo cierto es que el Madrid ha estado este año en tres competiciones y ha llegado a la final en todas. Perdió la de Copa, ganó la Copa ULEB y ahora buscará la matrícula de honor con el premio gordo. Real y Barça cara a cara. Vistalegre se relame ante el festín.