Unicaja desquicia al líder

No se le da bien al Real Madrid el Martín Carpena. Al menos, últimamente. Los de Joan Plaza fueron superados por el Unicaja seis días después de dejarse la Copa del Rey ante el eterno enemigo, el Barcelona. Mal recuerdo se llevan los blancos de su paso reciente por Málaga. Aunque el técnico madridista justificó la derrota con un ramillete de excusas (cansancio por la agitada semana, ausencias importantes, la irregularidad en los tiros libres...), la auténtica realidad es que los blancos no supieron moverse en el momento de la verdad. Donde los equipos importantes se crecen, el Madrid naufragó. En el último cuarto el Unicaja acabó desquiciando al líder de la ACB, que acabó muy por debajo de su media anotadora.

El Unicaja llegó al choque con la carrerilla y el brío que le dio el triunfo del jueves ante la Benetton. Con el mismo librillo quiso ganar Scariolo a su ex equipo, es decir, con un arranque letal. Y casi lo consigue con un 11-0 de partida, pero Bullock tiró del carro y anotó 10 puntos sin pestañear (después volvió a ser un lastre en los minutos de la verdad). A partir de entonces el partido entró en una fase de cierta igualdad, con más garra e intensidad que precisión, pero la ligera sensación de que el Unicaja controlaba el tempo. Y es que el Madrid tardó 24 minutos en gozar de su primera ventaja en el tanteador, y sólo gracias a las apariciones salvadoras de Charles Smith, el mejor merengue de largo. Tiene algo de razón Plaza en sus quejas, porque Tunceri llegó reventado al cuarto final y Pepe supo aprovechar esa circunstancia para guiar la remontada cajista.

Protagonistas.

Sin embargo, si hubo dos nombres propios fueron los de Faison y Tusek. Ambos recibieron los elogios de Scariolo tras el envite. Aparecieron al final para hacer daño a la cansada defensa blanca, muy desgastada por el intenso planteamiento cajista y la falta de soluciones en su banquillo. Tan importante como ellos fue Santiago, al que las torres madridistas desesperaron cargándole de faltas, pero que se invitó a la fiesta a última hora. Scariolo se frota las manos antes de la visita del Aris. Plaza se lamenta. Nada que ver con la primera vuelta.