El Real Madrid se dejó el liderato en Valencia

Creo que, por juego, merecemos acabar el año en cabeza", decía Joan Plaza antes del encuentro. Era una petición correcta, pero los reyes magos del deporte son implacables. El Madrid acusó las bajas por lesión (Raúl López, Mumbrú, Hamilton) y sufrió en Valencia su segunda derrota de la Liga, ante un Pamesa con más hambre de victoria y, sobre todo, con mayores efectivos. El nuevo líder del campeonato pasa a ser el Tau, donde Perasovic, Prigioni y Scola tampoco están dispuestos a regalar nada.

Sí: el Madrid acusó las bajas... y algo más. El conjunto blanco tiene ya los deberes hechos en la primera vuelta, así que tanto o más que el resultado importaba ver el modo en que la plantilla gestionaba la crisis de lesiones. En ese sentido la respuesta no fue muy esperanzadora para Joan Plaza. Iremos por puestos. Bases: Tunceri cumplió, pero a secas. Y cuando Bullock o Nguema le relevaron con la batuta el equipo se atascó. Aleros: impresionante Bullock y bien Marko Tomas al final, pero mal Smith, que por primera vez no llegó a diez puntos, pese a jugar más que ningún día. Pívots: ahí, lo peor. Felipe Reyes estuvo inmenso... e inmensamente solo. El colosal rendimiento del cordobés en puntos y rebotes no encontró el respaldo necesario. Hervelle puso espíritu de lucha y defensa, pero Varda y Sonseca fracasaron rotundamente. Ni actitud, ni rendimiento. Las cifras de Felipe (18+12) ridiculizan las de sus propios compañeros (7+5 entre los tres).

Emerge.

El Pamesa, tras su nefasto inicio de campaña, remonta el vuelo: 7 victorias en las diez jornadas con el griego Katsikaris en el banquillo. Y sube de modo similar al que lanzó en su momento al Madrid: con reparto de minutos y puntos. Cinco jugadores acabaron con dobles dígitos en anotación, y uno de ellos, el panameño Rubén Douglas, lideró el recital con 26 puntos. Douglas, que debutó en la ACB con vitola de gran fusilero, empezó la temporada con cero de 17 en triples. Le costó no ya minutos, sino varios partidos anotar su primer triple. "Quizá esté comiendo demasiada paella", ironizó. Ayer al Madrid le endosó 7 en 8 intentos. Debe ser que Katsikaris le ha tachado el arroz de la dieta.

Queda claro, en cualquier caso, que sin Raúl el Madrid no tiene apenas chispa ni contragolpe. En este juego de gigantes el pequeñín es el napoleón que marca la diferencia. O el Karajan que armoniza todos los sonidos. Joan Plaza ha hecho un trabajo correcto. Ahora les corresponde a ciertos jugadores demostrar su calidad. O cuando menos, ambición.