El Winterthur Barcelona volvió ayer a dar en Treviso la imagen de desconcierto que está dando en la liga ACB. Esa irregularidad le condenó después de un encuentro pésimo, tanto de la Benetton como de los de Ivanovic, si bien es cierto que la falta personal de Mario Kasun sobre Mordente, que transformó uno de los dos tiros libres que lanzó (el segundo lo tiró a no encestar) a falta de dos segundos para el final y que decidió la contienda (68-67), fue inexistente.
Dos aspectos fueron claves en la derrota azulgrana: el primero fue el dominio transalpino del rebote. Marcus Goree, un ala pívot de 2,03 metros, capturó tantos rebotes como Kasun, Vázquez y Marconato juntos. El segundo fue la inexistencia casi absoluta de efectividad en el perímetro exterior de los catalanes en la segunda mitad, pasando de 7 de 15 hasta el tercer cuarto, a sólo 1 de 3 en el último.
Tenía que llegar el día en que Juan Carlos Navarro no pudiera estar acertado en todo un encuentro. Ayer fue ese día y, por vez primera en la Euroliga, esta temporada no superó la barrera de los diez puntos. No cabe duda que la segunda derrota continental del equipo de Ivanovic se debió en parte a este hecho y también porque su irregularidad es demasiado patente.
En el primer cuarto los azulgrana llegaron a tener su máxima ventaja en todo el encuentro (11-17, m.10) con un Basile imparable (11 puntos en ese cuarto). El primer bajón llegó en el segundo y la Benetton lo aprovechó para irse arriba (37-31, m. 20) y un triple de Navarro logró evitar la escapada italiana al descanso (37-34).
Esto espoleó a los de Ivanovic. Lakovic se convertía en la pieza más efectiva del ataque visitante para darle la vuelta al marcador (45-47) al final del tercer cuarto. Todo parecía favorable para el Barcelona, pero el fantasma del CSKA Moscú planeó sobre el Palaverde, repitiéndose la misma historia de la primera derrota del equipo azulgrana, en Moscú.
Goree, Zizis y Mordente le endosaban al Winterthur un parcial de 10-0 en apenas tres minutos (55-47). Ivanovic dio entrada rápidamente a Vázquez por Trias y a Ukic por Lakovic. Pero sólo Kasun estaba acertado en ataque y Zizic y Mordente mantenían la máxima ventaja local (63-54, m. 36). Los barcelonistas recortaban a la mínima expresión (64-63) a un minuto para el final y todo se mantuvo igual hasta los últimos nueve segundos, cuando Lakovic empataba con dos tiros libres (67-67). Ahí llegó la penetración de Mordente, la discutida falta, el caserismo arbitral y la derrota de un Winterthur que tendrá que mejorar mucho si mañana quiere batir al DKV Joventut para seguir aspirando a estar en la Copa.
