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La intrahistoria

Homenaje en recuerdo de Mirza Delibasic

Veteranos del Real Madrid y de la exYugoslavia han conmemorado en Sarajevo el quinto aniversario de la muerte de Mirza Delibasic.

<b>EN EL PABELLÓN. </b>Delibasic, Llorente y Romay,  contra el Cantú.
a. vega

Una calle de Tuzla, su ciudad natal, lleva su nombre. También se llama Centro Mirza Delibasic el mítico pabellón Skenderia, en Sarajevo, la ciudad en la que alcanzó su cima como deportista y en la que fue campeón nacional y europeo con el Bosna. Una ciudad en ruinas, años después, que no quiso abandonar pese a los bombardeos sistemáticos durante la guerra de los Balcanes.

Ha sido allí, en territorio Mirza, donde internacionales legendarios de la ex Yugoslavia y del Real Madrid se congregaron ayer para rendir homenaje al inolvidable jugador bosnio en el quinto aniversario de su muerte. Los veteranos madridistas (Corbalán, Brabender, Beirán, Villalobos, Toñín Llorente...) participaron por la mañana en los diversos actos conmemorativos y por la tarde disputaron un partido amistoso (95-97 de resultado) contra figuras del baloncesto yugoslavo, como Rato Tvrdic, Novosel, Kicanovic, Solman, o Stojko Vrankovic. "Mirza nos hizo a todos mejores como personas", dijo Corbalán en un breve discurso ante la tumba de su ex compañero en el Real Madrid. Quizá recordaba anécdotas como la del utillero del Pabellón, Ángel. "¡A ver si cambias ese cacharro de ciclomotor!", le había dicho Delibasic antes de un entrenamiento. "¡Págamelo tú!", fue la respuesta. Dos días después Mirza le entregaba un fajo de billetes: "Toma. Cómprate una moto nueva".

Mirza Delibasic se casó dos veces, ambas con mujeres serbias, y tuvo un hijo con cada una de ellas. El 6 de abril de 1992 (justo 13 años después de haberse proclamado campeón de Europa con el Bosna Sarajevo), estalló la guerra civil y bombas serbias destrozaron la capital bosnia. Mirza se negó a marcharse. Cada tarde siguió acudiendo a su Raja, su peña de amigos fieles con los que resistió toda la tragedia.