Carlos Cabezas, MVP de la primera jornada

Europa rinde pleitesía al MVP de la primera jornada de la máxima competición continental. Carlos Cabezas (14-11-80) se coronó ante una de las escuadras más potentes de la Euroliga, el Maccabi, con una actuación sobresaliente. 32 puntos con unos porcentajes excelentes de tiro (7/11 de dos, 4/6 en triples y 6/6 en tiros libres), aderezados con seis rebotes y seis asistencias. Además de los intangibles que siempre aporta este aventajado júnior de oro.

Cabezas recoge así el testigo de su amigo Garbajosa, que la temporada pasada coleccionó MVP's a diestro y siniestro. Pero la marca anotadora del base marbellí es un hito para el baloncesto español. Que se recuerde, tan sólo el barcelonista Juan Carlos Navarro ha logrado anotar tantos puntos como Cabezas en un encuentro de la Euroliga (fue el pasado mes de febrero ante el Zalgiris). Algo al alcance de unos pocos elegidos. Aunque Cabezas no pierde la humildad que le caracteriza desde que llegó al mundo del baloncesto profesional: "Cuando estás jugando no piensas en los puntos que llevas ni en la valoración pero, al final, cuando me estaba duchando, me comentó el delegado que había hecho una valoración muy alta. Sabía que me había salido un gran partido, pero no que había hecho 41 puntos de valoración. Después, todos los compañeros me felicitaron. Sin duda será una noche para recordar toda mi vida".

No sólo recordará la noche que se coronó en La Mano de Elías (ahora Nokia Arena). 2006 es un año indeleble para el marbellí. Con su Unicaja consiguió el título más ansiado por el club malagueño, la Liga. Después le llegó la oportunidad de disputar el Mundial de Japón, donde tuvo una participación clave en la final. Y se colgó el oro. Ahora, ha comenzado con más hambre que nunca la temporada. A sus casi 26 años ya ha disputado más de 250 partidos en la ACB desde que debutase en el Palau allá por la campaña 99-00. Estuvo a la sombra de Raúl López en el Mundial júnior del 99, pero siempre se le recordará por haber anotado el triple decisivo ante la selección USA.

Su padre, Carlos, que fue internacional uruguayo, le inculcó el amor por la canasta y, hasta hoy, no ha cesado de crecer. Los júnior de oro no paran de acumular éxitos individuales y colectivos.