El Unicaja se queda sin saldo en el Nokia Arena

Los 32 puntos de Cabezas no sirvieron para derrotar al Maccabi en La Mano de Elías. Disculpen, el Nokia Arena, que el capitalismo no entiende de canchas míticas. ¡Qué herejía! Anoche se vivió un duelo de los que hacen afición. Lástima de resultado. Faltó un suspiro para completar la hombrada, pero el Unicaja se quedó sin saldo en final de la prórroga. Al menos, queda el tonto consuelo de no tener que decir: "¿Recuerdas aquella victoria en el Nokia Arena?". ¿Nokia? Eso es muy poco glamour para un Unicaja que enseñó su cara más feroz.

El Unicaja fue capaz de lo mejor y de lo peor, pero con un espíritu competitivo que le permitió remontar 18 puntos en su casa a todo un campeón de Europa. El primer cuarto invitaba a pensar que los de Spahija no tendrían problemas para arrasar al Unicaja. 34-16 tras diez minutos, una renta que habría amedrentado al más valiente. Heridos en su orgullo, los verdes tiraron de raza. El Nokia era una fiesta porque sentía que le sobraba media hora al encuentro. Pero las fiestas son la especialidad de Cabezas y Vasileiadis. Ambos se invitaron sin previo aviso y dieron una bofetada al atónito Maccabi, sin recursos para frenar la insurgencia malacitana. Cabezas y Vasileadis se apoyaron en los triples y en los reyes de lo intangible (Berni y Flo) para firmar un parcial de 0-17.

Con el marcador en tablas al descanso (49-49), el partido entró en una dinámica en la que el Unicaja sabe moverse. El intercambio de golpes evidenció que la plantilla cajista no bromea. Las derrotas en la ACB son meras anécdotas. Con tiempo (y Brown), este equipo puede retar a cualquiera.

Pasaban los minutos, y el Nokia Arena sentía que se quedaba sin cobertura. La ventaja israelí era tan pasado como el nombre de La Mano de Elías y el público, afectado pero orgulloso, comenzó a silbar al rival, a los árbitros y a cualquiera que se moviese. Síntoma inequívoco de miedo por un lado, impulso vital para los suyos por otro. La prórroga realimentó a los amarillos y se bastaron con una mínima ventaja para que el Unicaja sucumbiera.

La derrota entraba en las cuentas de Scariolo. Pero en las cábalas del Maccabi no entraba que el Unicaja se incluyese entre los aspirantes al trono. Y ese es el mejor mensaje del partido de Tel-Aviv.

La2 prefirió emitir 'Blossom'

Aunque parezca increíble el ente público decidió no ofrecer en directo el encuentro. Los aficionados al baloncesto se tuvieron que conformar con ver el partido en diferido a través de Teledeporte, canal al que sólo se puede acceder mediante televisión digital. TVE prefirió emitir Blossom, una serie juvenil algo cursi con poca audiencia después de su enésima reposición, antes que el duelo entre un campeón de Europa y el de la ACB.