Vistalegre disfruta con un espléndido Madrid

Sí: han cambiado muchas cosas en el Madrid. Un año atrás tenía escoltas de lujo (Bullock, Rakocevic, Sonko) fracasando como bases. Ahora tiene bases de gran calidad (Raúl, Tunceri) nutriendo a escoltas fusileros (Bullock, Charles Smith). Un año atrás tenía pívots gladiadores que no tocaban pelota; este año tiene pívots que se fajan atrás y resuelven delante. Un año atrás tenía un alero lesionado (Tomas) y otro alelado (Gelabale); ahora Marko Tomas emerge y Mumbrú ayuda en todas las facetas. Dicho de otra forma: un año atrás el Madrid sufría más que jugaba; ahora, juega y disfruta. Ha pasado de luchar sin orden contra el rival y contra sí mismo, a dominar al contrario con defensa sólida y avasallarle después con gran fluidez en ataque.

Bullock, sastrecillo valiente, disparó seis veces y sumó 13 puntos, pero fue simplemente el último clavo en el ataúd. El partido y el rival ya estaban liquidados.

Calculadora. El Madrid utilizó once jugadores (todos los inscritos en acta), ninguno de ellos actuó menos de diez minutos y seis acabaron con dobles dígitos en anotación. Extraigo de ello dos deducciones. Primera: eso es un equipo. Segunda: Joan Plaza y sus ayudantes sacaban matrícula en aritmética. Otro reparto similar de minutos y la NBA les contratará para satisfacer egos del mal llamado Dream Team.

Ahora viene la pregunta delicada: ¿es que Maljkovic no es un buen entrenador? Mi opinión: hasta los genios como él se equivocan. Y Boza lo hizo, incomprensiblemente, al pensar que Rakocevic era Jordan y el Madrid, como Chicago Bulls, podía ganar sin base. Fin del debate por mi parte.

Esta crónica transita por los cerros de Úbeda porque del partido en sí hay poco que contar. Como dice el tópico, no hubo color. O sólo el blanco. El Menorca cumplió con su rol de modesto sin delirios de grandeza y el Madrid progresó en la tarea que se ha encomendado a las órdenes de Joan Plaza: volver a la grandeza con actitudes humildes.

El técnico madridista aprovechó todos los cartuchos de su escopeta de repetición. Ganó, entusiasmó a los espectadores con un juego brillante, dio confianza a los subalternos (magníficos Tunceri, Tomas y Sinanovic como titulares) y procuró que los maestros rematasen la faena, con las dos orejas ya aseguradas y la ola circulando en las gradas de Vistalegre.

Los mejores registros en la última década

Las cifras respaldan la buena impresión que está causando el juego del Real Marid esta temporada. Los 107 puntos conseguidos ayer frente al ViveMenorca son la mejor anotación liguera del Real en once años. Por otra parte, su basket-average, la diferencia de puntos a favor y en contra (+71) al cabo de tres jornadas, es el mejor que cualquier equipo ha logrado en la ACB desde la campaña 1996-97. El Madrid, que ha vencido por 29 puntos de margen a Unicaja y Menorca, y por 13 al Granada, lleva un tanteo medio de 94,3 puntos a favor (el mejor de los 18 equipos) y 70,6 en contra (sólo mejorado por el Gran Canaria, con 65,3).