Mundobasket 2006 | Puerta atrás
Esa corona ya es nuestra
Había unanimidad al considerar esta Selección española la mejor de siempre, pero faltaba demostrarlo con hechos. Y la prueba ha llegado de modo esplendoroso: campeones del mundo, la mayor conquista en la historia del baloncesto español. Una escalada con grandes pioneros.
Hubo una vez un tal Saporta... Yo que no he conseguido nada y nada tengo que dedicar, brindo por vosotros, pioneros de la Selección, padres/padrinos/artífices del equipo nacional que ya no salís en la foto. Brindo por vosotros, Alonso y Manent, pioneros de los años 30. Alzad vuestras copas, Anselmo López y Joaquín Hernández, pioneros de los 40. Os saludo, Arturo Imedio e Ignacio Pinedo, rojillos de los 50. Y a vosotros, Enrique Margall y Chus Codina, figuras de los 60, como lo fueron una década después José Luis Sagi-Vela y Filbá. Un abrazo, Díaz-Miguel y Fernando Martín, héroes de los 80. ¿Te suenan, verdad, Raimundo? Eran tu gente, la que nunca habrías olvidado en un momento de gloria como el de ayer, cuando la Selección española, tu obra, conquistó el mundo sin que casi nadie se acordase de que hubo una vez un tal Saporta.
La defensa gana títulos. Es uno de esos axiomas que nunca cesan de recordar los técnicos: 'El ataque gana partidos, la defensa gana campeonatos'. Si quedaban dudas sobre su veracidad, Pepu las ha disipado. Porque las 18 victorias de este verano irrepetible y mágico del equipo español se han gestado con el biberón de la defensa. Nuestro deslumbrante y espectacular ataque era una prolongación del esfuerzo en retaguardia.
Grecia, sin argumentos. En la final del Mundobasket Pepu nos brindó su obra magna. Nunca habíamos visto una final en la que la estrategia tuviese una influencia tan rotunda. Grecia no supo qué hacer, no pudo jugar y asumió su impotencia, todo ello a consecuencia de una planificación defensiva impecable, desarrollada con precisión por los jugadores españoles. Décadas de profundo estudio del baloncesto, miles de horas de entrenamientos y partidos por parte de José Vicente Hernández dieron como fruto una final en la que los guerreros griegos, campeones de Europa, flamantes triunfadores ante el imperio yanqui, fueron a la vez víctimas y espectadores de su muerte por asfixia.
Navarro se lo avisó al oído. Son algo así como Stockton y Karl Malone, pero de Barcelona. De camino al salto inicial, Navarro le dijo a Pau algo que hizo sonreir al líder lesionado. Pudo ser algo como "Este partido lo voy a ganar por tí". Pero igual que Navarro podía habérselo avisado cualquiera de los restantes jugadores. Porque ayer todos fueron paus determinantes, auténticos all-star que se superaron a sí mismos. Siete años de trayecto desde Lisboa-99 hasta Tokio-06. Los júniors de oro vuelven a lucir corona mundial. Y un veterano como Garbajosa completa un verano de ensueño: campeón de Liga con Unicaja, fichaje NBA con loas Raptors y título mundial para presentarse en Toronto.
Martín Tello