Equipo sin egoísmos

Garbajosa.

Es el jugador más utilizado por el seleccionador (29 minutos de media). Siete partidos en once días merman su puntería en los triples, pero sigue siendo muy útil en defensa y rebote, aspectos en los que ha debido multiplicarse por la baja de Felipe Reyes. Le vendrá bien el descanso hasta el viernes.

Mumbrú.

Está siendo una pieza importante en la rotación. Cumple en tiro y defensa. Debe evitar tiros inadecuados y pérdidas de balón. La alternancia de posiciones al suplir a Jiménez (como '3' o '4') dificulta su integración en el juego, pero aún así sale bastante enchufado y con decisión.

Rudy.

Se confirma como revelación en nuestro equipo y en el campeonato. Renunció este verano al draft NBA para consolidar su progresión y tener mejores ofertas en el siguiente. Todo indica que logrará ambos objetivos. Aúna espectacularidad y eficacia en ataque con garra defensiva. Mejor cada día.

Pau Gasol.

Cumple expectativas, que en su caso son marcar la diferencia ante los mejores, intimidar, resolver. Con 21,6 puntos y 9,1 rebotes de media, es firme candidato al trofeo MVP del Mundial. Sincronía total con Navarro.

Sergio R.

Le cuesta desplegar todo su potencial porque no juega demasiados minutos, pero muestra gran coordinación con Rudy y lanza bien el contragolpe.

Cabezas.

Empezó lastrado por una lesión. Poco a poco va recobrando la confianza, aunque aún puede mejorar en tiro y entradas. Le cuesta soltarse.

Reyes.

Virtualmente iné­dito por la lesión que arrastra desde el torneo previo en Singapur. Quizá pueda ayudar aún en rebote, pero le faltará puesta a punto en ataque.

Berni R.

Con Navarro y Rudy por delante, bastante hace con cumplir de modo notable en los minutos que juega, aunque ha perdido algo de la frescura y garra iniciales.

Marc Gasol.

Aprovecha los minutos como horas y los partidos como semanas de trabajo. Sus prestaciones mejoran cualquier previsión. Carácter y solidez en su juego.

Jiménez.

Es su mejor crítico. Sabe mejor que nadie cómo puede ayudar, cuáles son sus posibilidades en cada momento y cuáles las necesidades del equipo, al que se supedita. Si la fatiga le acosa (tiene ya 30 años y ha enlazado siete partidos intensos), se mostrará poco en ataque para no fallar en rebote y defensa.

Navarro.

Su seguridad en el tiro y sus recursos en las entradas asombran cada día. Y en defensa no defrauda. Macijauskas lo atestigua.De manual. Marca el ritmo que interesa, ayuda en la faceta que haga falta en cada partido y anima para evitar relajación.