Mundobasket 2006 | Puerta atrás
Nuevos matadores
En Saitama, al ladito de Tokio, el Mundobasket entra en su fase final. Cruces inapelables en los que no cuentan los méritos adquiridos. España debe corroborar su valía frente a una Serbia herida, que defiende título.
Esta vez no habrá 'forfait'. En el primer Mundial (Argentina, 1950), España logró una sola victoria: 2-0 sobre Yugoslavia. Motivo: los yugoslavos se sentaron en la cancha al interpretarse el himno español (repudio al régimen franquista) y se negaron a jugar. En aquel equipo estaba Boris Stankovic, futuro secretario general de la FIBA.
Spain very different.España es noticia de portada en la Prensa japonesa. Una España diferente a los tópicos de flamenco y toreros. En la vestimenta de nuestros embajadores actuales también sobresale el color rojo, pero son matadores más altos y fornidos de lo habitual. De ellos esperamos, eso sí, un buen estoconazo al peligro serbio. Una faena de oreja y vuelta al Saitama Arena. Bueno es, en cualquier caso, que vayamos borrando el cliché de banderillas y pandereta.
Europa sacha pecho.Tal como anticipó Clifford Luyk, el Mundial de basket lleva camino de parecerse al de fútbol, con relevancia de los equipos europeos. Los nueve que iniciaron el campeonato siguen en liza, y además en puestos de vanguardia. Por contra, América ha perdido a cuatro de sus seis representantes: Venezuela, Panamá, Brasil y Puerto Rico. Sólo Argentina y Estados Unidos pasaron el corte. La situación difiere mucho de los primeros mundiales, sobre todo para Brasil, en cuyo palmarés lucen siete medallas (dos de oro, dos de plata y tres de bronce).
El factor ambiente cuenta poco. Otro continente con mal balance en la primera fase es Asia, que mantiene a China pero ha perdido a Líbano, Qatar y la selección anfitriona, Japón. África aguanta con dos selecciones (Angola, Nigeria), sólo eliminada Senegal. Y los dos equipos oceánicos, Australia y Nueva Zelanda, pasaron a octavos.
Proclama de fervor patriótico.La Federación serbia de baloncesto, enfadada por las renuncias de jugadores importantes como Jaric, Stojakovic, Krstic, Pavlovic o Radmanovic, lanzó una dura nota oficial con párrafos como este: 'Muchos de los jugadores jóvenes no reconocen la importancia y significado de palabras como patriotismo, madre patria, orígenes y la deuda en vida que deberían pagar'. Enorme contraste con la situación española, donde nadie, absolutamente nadie, se ha desmarcado de los planes del seleccionador.
Cómo prescindir de los cruces. Mi propuesta para una fórmula de competición más justa: tras la primera fase, los cuatro líderes de grupo y los dos mejores segundos disputarían otra liguilla (cinco partidos). Los dos mejores jugarían la final. Para los puestos 7 al 12 y 13 al 18, liguillas similares.