Los Zidek, una familia récord nacida en Praga

Son patrimonio baloncestístico checo. Uno se llama Jiri Zidek. El otro, también. Pero uno senior y el otro junior. La Final Four que se disputa en "su casa" es un buen motivo para hablar con los únicos padre e hijo que han ganado un título europeo de clubes en toda la historia. "Nos llena de orgullo, pero es algo que no sabíamos", comenta Jiri Jr.

La mala suerte ha querido que el menor de la saga haya tenido que retirarse con 32 años, pero una lesión en la rodilla izquierda -"esta rodilla izquierda de la h..", comenta en el castellano que aprendió en España- le ha obligado a dejar el baloncesto. Su paso por el Real Madrid fue breve, pero guarda buenos recuerdos. "Iturbe y Milic eran los compañeros con los que mejor me llevaba. Con Marko (Milic) acabo de estar en Treviso, le vi en el Benetton-Bolonia. Es un gran jugador que desafortunadamente no triunfó en Madrid". A Sergio Scariolo también le elogia: "Es exigente, pero a mí me gustan los entrenadores como él. Si no, no hay nada que hacer".

Jiri sigue con atención al equipo de Praga que estos días disputa el torneo junior de la Final Four. Colabora también para la Euroliga, un torneo que conquistó en 1999 con el Zalguiris Kaunas. Ése es el mejor trofeo de una carrera con escala en la NBA (Charlotte, Denver y Seattle) y forjada en la universidad de UCLA (con la que fue campeón de la NCAA). Y antes, en su casa, con su padre como ejemplo a seguir. "No le tuve como entrenador, algo que sí le ocurre a mi hermano pequeño, que ahora tiene 14 años. No creo que sea bueno para un padre ser entrenador de su hijo. Se mezclan las cosas".

En cuanto al progenitor, han pasado 40 años desde que disputara la final de la máxima competición continental. Lo hizo con el Slavia Praga frente al Simmenthal de Milán. Perdieron (77-72), pero Zidek anotó 22 puntos y fue elegido MVP de un partido en el que tenía como rival nada más y nada menos que a Bill Bradley, leyenda de la NBA.

Participó en la edición de 1967. Y en la Recopa de 1968, en la que el Slavia se enfrentó al AEK en el Olímpico de Atenas ante el mayor número de espectadores en la historia del baloncesto: 80.000. "Perdimos aquel partido. Era una locura. No puede hacerse una idea de cómo animaban", comenta. Al año siguiente logró el trofeo de la Recopa (el Slavia batió al Dinamo Moscú por 80-74), que se uniría a la plata y el bronce logrados con Checoslovaquia en el Europeo de 1967 y en el de 1969. La época dorada del Slavia. La época en la que Europa tenía un ogro por encima de los demás: el Real Madrid. "Menudo equipazo. Con Luyk, Sainz, Brabender... Y con Pedro Ferrándiz al frente. ¡Que más se podía pedir!".