Sánchez rompe al Madrid y da el liderato al Unicaja

El escalafón es el escalafón, piensa Boza Maljkovic. Por eso quizá en los últimos minutos no estaban Fisher ni Sonseca en las filas del Madrid. Habían aportado mucho a su equipo, pero son suplentes. Y en el tutta orchestra final Boza quiere sus trompas titulares. Tres minutos para acabar, tres arriba el Madrid (72-75) y colofón emocionante a un partido, tenso, aguerrido, espectacular, que ni siquiera el mal arbitraje había logrado deslucir.

Las estrellas (Rakocevic, Bullock) fallaron y el Real no añadió ni una sola canasta en el epílogo, sólo dos tiros libres de Rako en tres minutos. Unicaja, en cambio, estuvo a la altura de las circunstancias, esprintó en la vuelta definitiva, con tres canastas (un triple) y cinco tiros libres en ese plazo. Nicevic y Herrmann de artilleros y Pepe Sánchez de estratega.

Sí: ha surgido el nombre clave: el argentino Juan Ignacio Sánchez, Pepe en similitud a un popular personaje de cómic. En aquella pugna de caos guerrero (Real Madrid) y raciocinio táctico (Unicaja), Pepe marcó la diferencia, marcó el tempo de juego que le interesaba a su equipo, evitó que el partido fuese una lucha cuerpo a cuerpo, bayonetazo limpio, e impuso la clase, el talento, acumulando puntos frente al débil marcaje de Bullock o repartiendo asistencias a sus compañeros. Con un director, hay orquesta.

El Madrid sonó bien con Fisher (un fichaje que algunos calificaron de risible y que se demuestra útil), pero desafinó con Rakocevic o Sonko al timón. Rako es un gran escolta, pero un base egoísta. Para más infortunio blanco, Bullock tuvo un día horrendo. La casta sujetó al Madrid, pero no le salvó.