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Euroliga | Real Madrid 84 - Winterthur 78

Hervelle y Hamilton catapultan al Madrid

Enérgica reacción madridista en los cuartos de final de la Euroliga. El equipo blanco se adjudicó el segundo asalto y forzó un desempate el jueves próximo en el Palau Blaugrana. El Real Madrid logró más rebotes bajo aro rival (19) que el propio Barça en el suyo (16).

<b>DETERMINANTE. </b>La superioridad madridista en los rebotes (37 a 21) compensó el gran acierto azulgrana en triples (11/19).
jesús rubio

El fuego pudo con la piedra. Un Madrid de corazón guerrero, liderado por dos marines llamados Venson Hamilton y Axel Hervelle, pudo con un Barcelona firme, implacable y efectivo como un francotirador a la caza de víctimas. Al acabar el tercer cuarto, después de 30 minutos de lucha cuerpo a cuerpo, con enorme desgaste físico y mental, el Barcelona parecía inabordable. Su ventaja no había pasado nunca de cinco puntos, pero había controlado casi siempre el tanteo con una puntería demoledora: 13/23 en tiros de 2 puntos, 7/11 (64%) en triples. Una maravilla en comparación a los porcentajes del Madrid, 12/33 y 6/18 (33%).

Sin embargo, en esas mismas cifras ya germinaba la clave, la solución del choque. Pese al desnivel de acierto, el Barça sólo dominaba por 4 puntos al conjunto local (53-57). ¿Explicación? Rotunda: el dominio abrumador madridista en los rebotes, sobre todo el rebote ofensivo. Los hombres de Maljkovic fallaban mucho, pero peleaban por cada balón como si les fuera la vida en ello. Y fue así como aguantaron. Fue así como ganaron. Fue así como habrá tercer partido en esta eliminatoria dominada técnica y esteratégicamente por el Barcelona. Pero no hubo 2-0, sino 1-1. Será el jueves próximo, en el Palau, donde se otorgará definitivamente el billete a Praga, a la Final Four. Como tantas veces esta temporada, Vistalegre fue un talismán para el equipo blanco.

Recapitulemos. Al acabar el tercer cuarto, decía, la solidez del Barça parecía inabordable. Al margen de la defensa y el rebote, el único madridista capaz de superar la gran defensa blaugrana había sido Venson Hamilton, un coloso en las zonas, su mejor partido desde que llegó al Madrid. Pero todo parecía dispuesto para que Basile y Navarro, que daba síntomas de despertar, apuntillasen la faena. Y Navarro, en efecto, despertó, pero el héroe del partido, el hombre que dinamitó la igualdad no fue La Bomba barcelonista, sino el gladiador belga Axel Hervelle. En tres minutos memorables Hervelle sumó puntos (11), rebotes e intercepciones como un géiser humano. Con un parcial de 13-3 el Madrid, que había estado cinco abajo, camino del infierno (56-61, min. 32) se encontró cinco arriba, camino del cielo (69-64, min. 34).

Vistalegre estalló de júbilo, el Madrid recargó sus baterías de esperanza y ya nada detuvo la locomotora blanca. La diferencia subió a 9 puntos (77-68) y el Barça, pese al sprint de Navarro, tuvo qu resignarse. El fuego quemó la piedra.