Copa del Rey | Pamesa 87 - Unicaja 74

Timinskas y el rebote ejecutan al gran favorito

Pamesa, finalista a costa del actual campeón, el Unicaja

<b>MUY CERCA. </b>El Pamesa Valencia se clasificó para su tercera final de la Copa del Rey.
Félix Godoy
Actualizado a

El Pamesa Valencia se convirtió en el primer finalista de la Copa del Rey después de derrotar al máximo favorito y actual campeón, el Unicaja. Los de Ricard Casas salieron muy concentrados desde el principio y se vengaron de la afrenta de hace un año en la que los malagueños eliminaron al cuadro naranja del torneo del K.O. De paso, rompieron la triunfal trayectoria cajista durante 2006. Hasta ayer, los de Sergio Scariolo, invictos en el nuevo año, llevaban 13 encuentros consecutivos imponiendo su ley. Algún supersticioso le echará las culpas a tan temido número, pero lo cierto es que el Pamesa fue mejor y bajó a la tierra a un equipo que se había acurrucado en su particular nube.

El Unicaja quiso dar un golpe de autoridad desde el inicio con un parcial de 0-7 y demostrar que los galones de favorito no se los habían regalado. Sin embargo, los valencianos recuperaron el mono de faena usado ante el Akasvayu. Timinskas y Dikoudis, expertos en duelos a muerte, no defraudaron. Sobre todo el lituano. Ayer fue el mejor del partido por cifras y por influencia en el juego. "Una amenaza constante", dijo de él Scariolo tras su exhibición. 23 puntos y 11 rebotes para 32 de valoración dan la razón al técnico italiano. Al menos sí lograron frenar ese vendaval llamado Avdalovic. Cabezas le maniató y no le permitió anotar con solvencia. Eso sí, el base serbio entendió que no era un día para anotar compulsivamente. Vule se centró en hacer mejor a los que le rodeaban y el Pamesa lució un baloncesto de equipo eficaz. Aunque la auténtica clave de la semifinal estuvo en que Casas sabía que el rebote es talón de Aquiles del Unicaja.

Más rebotes

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Por ahí se rompió el partido. 41 (12 ofensivos) rebotes a 22 (2 ofensivos). Demasiado para un envite de este nivel. Si a esto se le añade que Jorge Garbajosa tuvo su peor tarde desde que llegó a Málaga, está todo dicho. El de Torrejón de Ardoz lo intentó de todas las maneras. No pudo, pero hace tiempo que se ganó el derecho a tener un mal día. Quién sí se entonó, y de qué manera, fue Walter Herrmann. El alero argentino rememoró su actuación de la anterior edición de la Copa y se fue a la caseta con 23 puntos y cinco rebotes que, finalmente, sirvieron para poco.

Scariolo buscó y rebuscó en su chistera, pero cuando Pamesa deja a un rival por debajo de 75 puntos, no suele perder. Akasvayu y Unicaja lo pueden corroborar. ¿Les frenará el Tau de Perasovic?

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