Copa del Rey | Real Madrid 75 - Tau Vitoria 87
Erdogan ametralla las esperanzas del Madrid
Implacable el Tau, lanzado por los argentinos Prigioni y Scola
En baloncesto, como en el toreo, también se da la alternativa. Ayer, Boza Maljkovic dio un abrazo simbólico a Velimir Perasovic al concluir el choque. El maestro deseó suerte a su pupilo, que hoy puede meter su primer gran trofeo en el zurrón. Sin abrazo, pero con hechos elocuentes, el Tau Vitoria también abandonó hace años el escalafón de novillero para afianzarse entre los grandes matadores. Atención al dato: desde que el Madrid no gana la Copa (1993), el equipo vitoriano ha conquistado cuatro (95, 99, 02 y 04).
Inapelable triunfo del Tau, que tuvo la fórmula idónea para obtener éxitos: un gran director de juego (Prigioni), un hombre muy resolutivo en la pintura (Scola, perfectamente complementado por David y Splitter) y un fusilero implacable desde el perímetro, en este caso el turco Erdogan (ayudado, a su vez, por Travis Hansen). Frente a semejante arsenal el Madrid opuso su coraje guerrillero y poco más. El esfuerzo del día anterior contra el Barcelona llenó de plomo las piernas de Felipe Reyes, Rakocevic y Bullock, baluartes del conjunto. Lo demás, medianías. Josh Fisher lanzó sus primeros destellos positivos en el Madrid, pero fue simple anécdota en un partido roto desde el minuto 27, cuando el Tau alcanzó su primera ventaja de 19 puntos (50-69).
Sin puntería
El único argumento madridista de réplica para el poderío interior del Tau era el juego exterior. Pero un 2 de 14 en triples es más una losa que una ayuda. Tampoco le dio fruto a Maljkovic el cambio a defensa en zona. El Tau lo esperaba. Erdogan por fuera (5/6 triples) y Kornel David o Scola por dentro, reventaron la táctica madridista.
Las esperanzas del conjunto local acabaron cuando Felipe Reyes cometió su quinta falta, antes incluso de acabar el tercer periodo y sin haber logrado contener esta vez a Luis Scola, detalle importante en victorias madridistas del pasado, como en el playoff final de la Liga. Aunque salvase el escollo barcelonista, el Madrid sigue siendo un equipo con enormes carencias, sigue en su pretemporada particular, sin cohesión, sin patrón de juego. El coraje en defensa y las individualidades de Felipe, Bullock y Rakocevic son todo su patrimonio. Insuficiente para aspirar a títulos ante equipos redondos, maduros y ambiciosos como el Tau, al que incluso le sobra Drobnjak, fichaje NBA.
Espía del Maccabi en el Palacio
Eliminado en la Copa, el Real Madrid debe pensar ya en su partido de Euroliga el jueves próximo. Visitará Vistalegre el campeón vigente, Maccabi Tel Aviv, que este fin de semana ha tenido a su segundo entrenador, Dan Shamir, estudiando en directo al conjunto madridista.