El Madrid suple a Bullock con una buena defensa

No estaba Bullock, así que tocaba defender. El Menorca, que llegaba con sólo un triunfo menos que el Real y cuatro victorias en las cinco últimas jornadas, podía convertirse en visitante molesto. Fue la disciplina defensiva, la concentración desde el primer instante, lo que a la postre dio la victoria al Real Madrid, junto a un aparente resurgimiento de Mous Sonko. Por lo demás, choque para el olvido, con ambiente desangelado en las gradas y mediocre calidad en el juego. El Menorca, asustado quizá por el fuerte arranque madridista (8-1, 21-12) rindió menos que en su visita al Estudiantes. Mostró poca confianza en sus posibilidades e incluso Curro Segura jugó mal sus bazas desde la banda. Cuando recurrió a la defensa en zona (55-37, min. 28) su posición era ya insalvable. Aún así, un parcial de 4-17 le aproximó a cinco puntos (59-54, min. 35), pero Maljkovic reconstruyó casi todo su quinteto inicial (Reyes en vez de Sonseca, Rakocevic por Héctor García) y el triunfo quedó en casa. Sin brillantez, sin holgura, pero con buena actitud colectiva.

Además de Sweet Bullock (contractura muscular), Felipe Reyes fue en la práctica otro descarte madridista, ya que se cargó con tres faltas en cinco minutos y no reapareció hasta la última fase del encuentro. La responsabilidad en las zonas se trasladó a Hamilton, Sonseca y Hervelle, que cumplieron en defensa y rebote, pero en ataque estuvieron tan inoperantes como el trío de pívots visitantes (Eley, Moss y Kornegay).

Compás de espera en los refuerzos

El Real Madrid sigue sondeando el mercado en busca de posibles refuerzos en diversas posiciones, pero todo se supedita por ahora a la solución del asunto Carlos Jiménez. Si el alero internacional viste de blanco, Maljkovic y Antonio Martín tendrán un respiro en la contratación de un pívot extracomunitario, objetivo en el que hay durísima competencia con otros clubes europeos de élite, como el Barcelona y el CSKA, éste tras la lesión de David Andersen. Está disponible Marcus Fizer (NBDL), pero nadie se atreve a ficharle por su vitola de jugador conflictivo.