La raza del Caja aleja al Estudiantes de la Copa

Raza. Esa palabra que se utiliza como sinónimo de aquella otra que todos conocemos es la que sacó al Caja San Fernando del farolillo rojo de la clasificación. Además, esa raza que empezaba por un inconmensurable Carlos Cazorla y terminaba en el último de los aficionados que se dieron cita en San Pablo acabó por hundir al Estudiantes, que se aleja de la Copa tras la victoria del Real Madrid. Incluso podría quedarse sin entrenador, si es que se consuma la destitución de Orenga.

En el inicio parecía que el partido iba a quedar finiquitado en pocos minutos, pues el Caja se jugaba la vida y su rival no podía hacer nada ante un desconocido Donatas Slanina. Sin duda, el jugador lituano fue la estrella del encuentro. El acierto hispalense en estos compases iniciales era demasiado para el cuadro de un cariacontecido técnico estudiantil. Hasta la Demencia estaba callada. Los 12 puntos de ventaja al final del primer cuarto eran un justo castigo para unos desafortunados Sergio Rodríguez, Carlos Jiménez y compañía.

Pero todo esto cambio en un segundo cuarto radicalmente diferente. La salida de Bueno y Mendiburu por los madrileños cambió la situación. Lo que antes era blanco se convertía en negro. Además, Roe acusaba su inactividad por lesión y el nuevo Giannoulis está completamente fuera de forma, aunque aun así supera en mucho a Bramlett y Cipruss. En pocos minutos, parcial de 0-15 y ventaja para los colegiales, que llegaban por delante al tiempo de descanso.

Y ahí comenzaba un partido normal. La igualdad era máxima. Orenga consiguió una estabilidad en sus hombres guiados por McDonald y Jasen (47-56 min. 24). Pero Comas es mucho Comas. Por algo es el más veterano en la ACB. Pidió tiempo muerto y cambió la defensa a zona. Eso fue letal. El acierto desde el 6,25 desapareció y comenzaron los errores (sirva como ejemplo el uno de cinco de Iker Iturbe). Volvía a darse la vuelta a la tortilla. La afición apretaba y el trío mágico, Cazorla, Slanina y Longin, se hacía con el control. (63-59 min. 30).

Empezaba el último cuarto más interesante en San Pablo de los últimos meses. El Caja no ganaba en casa desde el 15 de octubre ante Menorca y además tenían ganas de revancha tras la derrota del año pasado. Cazorla era el base (Marco y Cherry no arrancan) y Slanina lo metía todo. ¡Si siempre jugara así! Orenga ya no supo reaccionar. Había gastado todas sus balas. La Copa se aleja y en Sevilla, lo que son las cosas, tan felices por salir de los puestos de descenso.