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ACB | Estudiantes 100 - Unicaja 98

Sergio Rodríguez lideró la remontada del Estudiantes

Unicaja dominaba por 16 puntos a siete minutos del final

<b>CORAJE. </b>Vidaurreta, junto a McDonald, dieron adecuada réplica a los pívots del Unicaja.
Carlos Martínez

El gran Larry había dicho que se iría minutos antes del final para evitar el acoso de la Prensa, pero se quedó, por supuesto. Ningún amante del basket, incluidos campeones legendarios, podía perderse un partido así. Fue apasionante. Durante tres cuartos, un Unicaja huracanado rememoró su exhibición en el Palau, donde endosó 115 puntos al Barça. El 69-84 con que acabó el tercer periodo anunciaba que Estudiantes sería la siguiente víctima. Pero...

Larry Bird, como los 9.500 espectadores del Madrid Arena, asistieron a una reacción alucinante del conjunto madrileño. En el minuto 33 aún estaban sentenciados (75-91). En el 40, el recinto era un clamor aclamando a sus héroes. Un parcial de 25-7 en los siete minutos finales obró el milagro.

Sí: espectáculo electrizante. Los dos primeros cuartos (49-51) fueron un recital de juego de ataque, 20 minutos sin tregua, de intensidad plena en la que Unicaja había mostrado todo el potencial de su profundo banquillo y Estudiantes había dado réplica con gran aportación de McDonald en la pintura y Jasen en el perímetro, a lo que se añadieron algunos contragolpes geniales conducidos por Sergio Rodríguez. "¿Quién es ese chico?", preguntó Larry Bird en el palco.

En el tercer acto el Unicaja rompió teóricamente el choque, al escaparse hasta 16 puntos. Marcus Brown enlazó tres triples, Orenga ordenó defensa en zona y fue aún peor, porque Herrmann y Garbajosa se añadieron al tiroteo. Con 7 de 9 en triples el equipo malagueño acalló a la Demencia. Resignación. Brown, con 16 puntos, había sumado casi tanto como el Estu en ese cuarto (20).

Pero quedaba lo mejor para la parroquia local. Estudiantes presionó en toda la cancha, Unicaja se arrugó y se produjo lo impensable: primero un 10-0 (firmado, Sergio Maravilla) y después el triunfo. Los toreros, más cerca de la Copa.