Playoffs | TAU 82 - Real Madrid 84
El ciclón Macijauskas no pudo con el Madrid
Bullock completó el gran trabajo de Pat Burke y Felipe Reyes.
Aquel huracán (29 puntos, 5 de 8 triples en 30 minutos) no tenía nombre de mujer: se llamaba Arvidas Macijauskas. Aquel viento que llegaba de Lituania reventaba la defensa del Real Madrid y ponía por los cielos la esperanza de triunfo vitoriana (73-62, min. 32).
Y de improviso, rotunda, inesperadamente, el viento se extinguió. Una calma chica deshinchó la arboladura del Tau, que se quedó varado a poca distancia de la costa, viendo como el Madrid recuperaba terreno, con un motor fuera borda llamado Louis Bullock (14 puntos en los 9 últimos minutos) que llevó vencedor a su equipo hasta la línea de meta. Estupor y desánimo en el público alavés. El ciclón Macijauskas se había convertido en soplidos estériles: 0 de 5 triples en el último cuarto.
Triunfo de enorme valor práctico y psicológico para el Real Madrid. El equipo de Maljkovic golpea primero en la final y lo hace con una remontada épica que robustecerá su confianza en el éxito definitivo. En primer lugar, porque fueron sus pívots, Pat Burke y Felipe Reyes, los que mantuvieron a flote al equipo en los peores momentos de la tempestad, cuando ni Mous Sonko, ni Bullock, ni Gelabale, ni nadie en el perímetro, lograba compensar el impresionante tiroteo de Macijauskas.
Para completar, el Madrid aumentó su historial de remontadas épicas, con un 0-14 entre los minutos 32 y 36 que le llevó del infierno (73-62) al paraíso (73-76). Y era su artillero jefe, Bullock, quien remataba la hazaña elaborada por los pívots.
La historia de la ACB dice que el ganador del primer partido ha sido campeón en 18 de las 21 finales disputadas con playoff. Más aún: los equipos que se adjudicaron el título con factor cancha en contra, ganaron siempre el primer asalto. El panorama, pues, se torna favorable al Real Madrid, aunque todos sabemos que en estas series hay altibajos tremendos en el comportamiento de los equipos.
Hay más detalles adversos para el Tau. Por ejemplo, que el retorno de José Manuel Calderón no impidió el batacazo de su equipo. Y, más importante aún, que Luis Scola ha vuelto a quedar en cifras inusualmente bajas ante Felipe Reyes. El madridista acabó en dobles dígitos y complementó el estallido de Burke (14 puntos) en el tercer cuarto.