ACB | Real Madrid 90 - Joventut 70
La furia del Madrid deja sin oxígeno al Joventut
Regreso triunfal de Herreros y portentosa labor de Felipe Reyes.
Si tu rival es más alto, corre cuanto puedas, aconseja el manual de supervivencia. El Madrid lo hizo. Corrió como un poseso, estableció un ritmo infernal. Pero hizo algo más: no corrió para escapar, sino para atosigar a su oponente, encararle, decirle ¡aquí estoy!, impidiéndote jugar a gusto, robándote balones, robándote rebotes, muchos rebotes, casi todos los rebotes. Y ese Madrid guerrero, con 22 capturas bajo aro propio y 20 en el ajeno (más que el propio Joventut, 17), encandiló a su público, hizo vibrar Vistalegre, colocó el 2-1 en el marcador global de la serie, viajará a Badalona con moral y prestigio recuperados.
Sí: fue un día de recuperaciones y apariciones. Volvió Alberto Herreros, tras cinco semanas inactivo. Primer tiro, tres puntos; segundo tiro, segundo triple. El capitán había vuelto. Pero no era el único. Felipe Reyes también salió de la gruta. Fue de nuevo una máquina de rebotes, de brega, de puntos trabajados con sudor y coraje. Y Bullock demostraba también que vuelve por sus fueros, y Justin Hamilton que cada día se acopla más, rinde más. Para completar, cuando todo estaba casi decidido (80-63, min. 33), Axel Hervelle tuvo sus dos minutitos de gloria para sentenciar con 7 puntos consecutivos (87-63), redondeando un hachazo madridista de 17-0.
Partido roto.
El Joventut, que había iniciado el último periodo con su oponente aún a la vista (70-63), le perdió en el horizonte, en la lejanía victoriosa, en sólo cinco minutos. Dije tras el primer encuentro, ganado con agobios por el Madrid, que era un triunfo doblemente valioso, porque el Real estaba virtualmente en pretemporada, con varios jugadores que apenas se conocen y una concentración reciente en Estepona. Se supone que el equipo irá de menos a más en el transcurso del playoff.
Para el cuarto partido, Aíto y sus jugadores tienen dos misiones imperativas: recuperar el dominio del rebote y establecer un ritmo más lento en el juego. Si lo consiguen, equilibrarán el marcador; en caso contrario, despedida en casa para la Penya. En este encuentro sólo dominó el primer cuarto, aprovechando los nervios del Madrid e imponiendo la valía de su rotación de jugadores (nuevo quinteto en menos de siete minutos). Jesse Young (9 puntos en tres minutos) sembró el pánico, pero fue un espejismo. Reyes, Bueno y Hervelle replicaron a tiempo.
Mañana, cuarto asalto para todos
Mañana se disputará el cuarto partido en las cuatro eliminatorias del playoff. En Badalona, por la tarde (19:00, La 2); los tres restantes, por la mañana, a las 12:30.