Pepu alecciona a Scariolo y el Unicaja cede la cuarta plaza

De lo visto ayer en el Martín Carpena se pueden sacar varias conclusiones. Pepu Hernández sabía cómo secar al Unicaja y Scariolo no le vio venir. El técnico estudiantil le dio una clase magistral. Su equipo dejó a Vázquez en tres puntos (sólo 11 entre los cuatro pívots cajistas). Anulando al gallego todo estaba medio ventilado. Esto refuerza de paso la teoría de la Garbajosadependencia -Pepu lo sabía-. Él no está y sus compañeros llevan dos derrotas seguidas, con lo que han cedido al Barça la cuarta plaza. Tampoco escatimó Hernández en dejar que el talento brotase.

Sergio Rodríguez, esplendoroso rookie del año en la ACB, fue un diablo rojo. Anotó, asistió y dio un ritmo endemoniado al partido (a veces eso benefició al rival). Si alguien vino allende los mares para ver futuras estrellas, quizá dio con el mayor genio de este país. Herrmann no estuvo mal, puso garra, como Pepe Sánchez. Era inútil. Tanto como los triples de Bremer, que daban una falsa esperanza a la parroquia local. Sólo estos tres se salvaron. El vendaval de los madrileños en el inicio fue demasiado lastre. El 7-24 con el que acabó el primer cuarto lo dice todo. El resto se llama administrar ventajas. Por cierto, que levanten de una vez el monumento a Carlos Jiménez en Madrid. ­