Se da un aire a Michael J. Fox, quien en alguna que otra película hizo de broker en Nueva York, la ciudad que vio nacer a Rick Pitino hace 52 años. Es neoyorquino y hace gala de ello. Y desde el domingo puede hacer gala de otra cosa: ser el primer técnico en la historia en llevar a tres universidades a la Final Four: Providence, Kentucky (tres finales, un título) y Louisville. Es el hombre milagro de los Cardinals, con los que fichó en marzo de 2001 y ha renovado hasta 2010. Allí ha demostrado que la NBA (dirigió a Knicks y Celtics) no lo es todo y que su salida por la puerta de atrás de Boston (donde llegó a ser presidente) sólo fue un borrón en un historial envidiable.
Louisville se medirá el sábado a Illinois, que es favorito. North Carolina y Michigan State lucharán por la otra plaza en la final de un torneo que enloquece, marzo tras marzo, a Estados Unidos. La march madness ("locura de marzo", con 92 partidos disputados) es una fiebre deportiva con décimas similares a las de la Superbowl o las World Series. Pitino busca dar la campanada con Louisville. Ayer ya había diseccionado en vídeo seis partidos de su rival. Es un loco del análisis, de la enseñanza (18 de sus ex asistentes son ya entrenadores en la NCAA) y de la psicología. "Disfrutad del partido. Es una experiencia que sólo se vive una vez en la vida. Es como ser un pianista e ir a tocar al Carnegie Hall. Es con lo que soñamos toda la vida", decía anteayer a sus pupilos.
Será su quinta Final Four, la primera sin Billy Minardi (su cuñado y mejor amigo), que falleció en al ataque terrorista a las Torres Gemelas el 11 de septiembre de 2001. Joanne, mujer de Rick y hermana de Billy, siguió desde St. Louis el partido ante West Virginia que dio el pase a la Final Four. Cuando Pitino volvió a casa desde Alburquerque, vio que la foto de Billy, habitualmente colgada en la pared, estaba sobre una silla, frente al televisor. "Joanne me dijo: 'Estaban tirando tan bien y tus chicos estaban fuera del partido... Sólo él podía sacarnos adelante", reconoce Pitino. Y es que su equipo llegó a remontar 20 puntos de desventaja. "Rick supo mentalizarnos", reconocía tras el partido el alero senior Larry O'Bannon. Es lo que siempre ha hecho Pitino, desde su autobiografía Born to Coach ("Nacido para dirigir") a sus libros para triunfar "en los negocios y en la vida" Success is a Choice o Lead to Succeed. Es minucioso, con vídeos siempre a cuestas. Muchos dicen en Louisville que está "un poco loco". Olvidan que en Louisville sólo hubo y habrá un loco con denominación de origen: Cassius Clay.
