Tras la curita de humildad recibida por el Madrid el pasado domingo en la pista del Pamesa, el conjunto de Maljkovic visita El Pireo, a un Olympiacos en horas bajas. Ambos conjuntos disputaron la final de la Euroliga en 1995, la última Copa de Europa blanca. Ahora, los madridistas están a un triunfo de clasificarse para el Top 16 y recuperar algo de la gloria perdida, mientras que el Olympiacos también anda a un paso, pero de quedar eliminado. Es el peor clasificado de los 24 equipos de la competición y su media de puntos por encuentro no llega a 70 (69,8).
En contra del Madrid están los cambios hechos por el conjunto griego en las últimas jornadas que le han dado vitalidad. Se marcharon el veterano Tomic, el ex madridista Vukcevic y Postell, y han llegado Roger Mason, Boris Gorenc y Robert Gulyas, éste un pívot húngaro de 2,13. "Son un equipo totalmente diferente -explica Maljkovic- y serán más difíciles de batir que en la primera vuelta (76-62 con 21 puntos de Bullock)". Fotsis y Burke, ex jugadores del Panathinaikos, revivirán duelos pasados.