El CSKA no tuvo piedad de un luchador Unicaja

El CSKA Moscú hizo buenos todos los pronósticos y se llevó el Ciutat de L'Hospitalet a la capital rusa, después de arrollar en la final (85-55) al Unicaja de Málaga, la revelación del torneo. El equipo andaluz sorprendió a todo el mundo por su extraordinaria defensa presionante, que le valió para llegar a la final dejando atrás ni más ni menos que al Barcelona, vigente campeón de España, y al DKV Joventut de los Teruel, Rubio, Ribas y compañía.

Envergadura.

Pedir un milagro a los chicos de Manolo Trujillo, con sólo un hombre por encima de los dos metros, frente a un rival con cinco de más de 2,06, era demasiado. Aún así, frente a hombres de calidad como los internacionales Vasily Zavourev (realmente extraordinario), Korolev o Kashirov, los malacitanos plantaron cara e incluso les llegaron a empatar al descanso.

Lástima que el Barça o el Madrid, sin Aspe, no estuviesen a su altura porque hombres como Xavi Rey, Marc Fernández o Javier Beirán tenían muchas cosas que decir.