El Real Valladolid tiene tres partidos hasta el parón de Navidades donde debe sumar muchos puntos para no complicarse la vida y verse obligado a tomar medidas que ahora no se contemplan.
A día de hoy, El Real Valladolid no tiene pinta de ascenso directo y ni siquiera de jugar el playoff.
Ahora el Real Valladolid lo programa cuando se puede, ante un rival cercano, que cobre poco, sin más ambición que cumplir el compromiso para que el Ayuntamiento aporte su subvención.
“Nunca aprobaré pitar a un jugador del Real Valladolid durante el juego, pero cada uno que haga lo que quiera... ya somos mayorcitos”.
Absurda expulsión de Marcos André y la guinda la puso Tomeo haciendo un penalti inaudito en Riazor.
Diez jornadas de competición y la máquina blanquivioleta no acaba de dar muestras de estar engrasada.
Borja Jiménez llega a Valladolid al mando del Sporting después de haber estado muy cerca de ser el inquilino del banquillo blanquivioleta.
El Real Valladolid necesita la victoria en El Plantío no por tratarse de un partido de rivalidad sino para cerrar la mala racha de los últimos tres partidos.
Sacar conclusiones ya de cómo va a ser la temporada, resulta, desde mi punto de vista, cuanto menos osado.
Ante la Cultural debe ser el que permita volver a la senda de lo que le hace ganar partidos.
Once puntos de quince y terceros en la tabla, no está mal, pero sin enamorar con el juego.
El técnico catalán se ha asentado entre los entrenadores clásicos de nuestro fútbol.
La delicada situación económica del club, con algunos salarios desorbitados para Segunda, ha limitado la capacidad de firmar del Real Valladolid.
Solares y Uruñuela demostraron tener las ideas claras y con sus primeras acciones se han ganado un voto de confianza de los blanquivioletas.
Será un encuentro que nos puede dar una medida más aproximada de lo que puede ser el nuevo Real Valladolid.
Tras un verano de transición y con pocas noticias ilusionantes el viernes llega lo de verdad, vuelve a rodar el balón, comienza la liga.
La semana que viene se presentarán en sociedad y comunicarán sus planes para la entidad blanquivioleta ante la Prensa.
Cualquier comparación del club jabato con el Real Valladolid deja a los pucelanos por debajo y lleva a la reflexión.
Ya sin Ronaldo, ahora a la espera de valorar a los nuevos propietarios con Gabriel Solares a la cabeza.
El Real Valladolid está atrapado en una encrucijada. Ni lo compra nadie, ni a Ronaldo se le nota energía.
El club está parado a la espera de lo que suceda con la propiedad y pierde un tiempo precioso para construir el próximo proyecto con la intención de ascender.
A la espera de que se confirme la venta del Real Valladolid, el partido del Barça no levanta el interés habitual, mientras el Atlético Tordesillas mete la pata.
Salvo milagro será este jueves en el Villamarín. Incluso antes si el Girona puntúa ante el Betis y Las Palmas gana en Bilbao. En este caso sería el miércoles.
El brasileño quiere vender, pero no encuentra comprador y pasa olímpicamente de lo que pensemos o queramos en Valladolid. Ni se altera.
El esperpento que ofrece este club es proporcional al abandono que ejerce, entendemos estos días que desde Brasil, su presidente y propietario
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