Simeone ya destacó la importancia de los carrileros en este Atlético que no levanta el pie del acelerador. El belga, tras unos meses mohíno, está espectacular aportando desborde, creatividad y gol.
Victoria más contundente que vistosa del Atlético ante el Valladolid. Me alegro de la eclosión de Nahuel Molina, porque es duro ver a un profesional sufrir como lo hizo en el primer tercio de LaLiga.
La derrota no tiene que enturbiar un futuro que se ve a día de hoy mucho más claro. Aunque echo de menos un jugador en la salida de balón y un 9 para acompañar a un futbolista sublime como Griezmann.
El Atlético hizo ochenta minutos muy buenos y tengo la sensación de que hay mensajes que aún no caducaron. Griezmann se postula como el MVP de la temporada.
El Atlético demostró, hasta la expulsión de Lejeune, ser superior al Rayo. Pero luego sesteó y bajó la intensidad a la hora de defender. Maravilloso detalle de la afición de Vallecas con Nahuel y su homenaje a Correa.
Siempre he sido un admirador de Correa. El mago Angelito marcaba un golazo salpicado de fortuna, fe y habilidad. Necesitaba el partido de grandes trucos. Paso importantísimo del Atlético para estar en Champions.
Sigue el Atlético en la línea de correr, ganar y disfrutar. Cabe destacar a un futbolista que está en otro nivel, me refiero a Griezmann. El Metropolitano disfruta con los suyos.
Un gol reconfortante para un futbolista que sale al campo más pendiente de ayudar que del cronómetro. El ejemplo de jugadores como Álvaro, Koke, Reinildo, Correa y Griezmann adquiere una gran dimensión.
Quiero felicitar también al Atlético, por saber honrar a su gente. Ahora, quizá ver a un Simeone convencido hace haga que la renovación de votos con el club pueda estar más cerca. Yo abogo por que sea así.
Una pena que el buen trabajo defensivo (imperial el partido de Savic) esta vez no se trasladase al aspecto ofensivo. Y sobre todo, quiero mandarle un fuerte abrazo a Reinildo.
El Atlético es otro después del Mundial. El partido ante el Athletic debió acabar con un resultado más abultado. Griezmann esta vez sí acertó ante la portería rival.
Ricos, muy ricos los tres puntos del Atlético en Vigo. Apareció ‘San Oblak’, Reinildo vuelve a ser del de antes y hay un lógico bajón de energía de Griezmann, el rojiblanco más determinante.
Solo la falta de precisión en los metros finales impidió al Atlético llevarse la victoria. La imagen de los del Cholo hace albergar optimismo de cara a la clasificación para Champions.
El argentino es un futbolista que, como diría el gran Mono Burgos, parecía que le había picado el ‘mosquito del Calderón’. Pero ya no.
El técnico no varió el plan ni en un campo difícil como El Sadar e incluyó en el once a Barrios, Koke, De Paul, Lemar y Griezmann. Siento menos dudas en el Cholo.
De nuevo, y esta vez en el Bernabéu, se vio la declaración de intenciones del Cholo con su once.
El madridista le cambió la cara a su equipo y es inexplicable que el colegiado, sin que nadie interfiriera su visión, no enseñara la segunda tarjeta al centrocampista. El central rojiblanco cometió una imprudencia.
Mención especial, que volvió a dar una ‘master class′ de fútbol total, currando sin balón, marcando y dando goles a Morata y Hermoso. Hizo bien Simeone en darle descanso.
Lo mejor para el Atlético fue el pase a la siguiente ronda. Correa, el agitador, resultó decisivo y Llorente fue el mejor atlético. Con esta victoria los rojiblancos soltarán lastre de la desconfianza que padecen.
Los rojiblancos fallaron unas ocasiones difíciles de explicar para la calidad que atesoran los atacantes del equipo madrileño. Fernando, portero del Almería, fue el mejor.
Dos caras diferentes las vistas por el Atlético en su partido ante el Barça, una, en la que los del Cholo salieron con el corsé...
En estos tiempos de confusión rojiblanca, no encuentro mejor imagen que la de Antoine para renovar el carnet de ilusión de los atléticos para 2023.
Entiendo la meritocracia del resto de delanteros, pero ante un rival contra diez, tiene que aparecer antes tu futbolista más talentoso. Aun así, volvió a fallar la eficacia.
En O Dragao fue otra escenificación del repertorio rojiblanco por Europa. De nuevo se instalan los apuros en un vestuario que tiene que demostrar que va a muerte con su entrenador.
El equipo rojiblanco realizó un primer tiempo digno, pero en el segundo mutó hasta ser un bloque sin alma. João Félix entró para ser el futbolista diferencial que anhela la afición.
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