La mayoría de equipos de la NBA inician la temporada con el objetivo de ser uno de los 16 elegidos (ocho por conferencia) que disputan los playoffs. Y decimos la mayoría y no todos porque siempre hay algunos que tienen claro desde el principio que su principal meta es acabar bien situados de cara al sorteo del draft, además de que sus jóvenes progresen, motivados por el sueño de un futuro en la élite. En este último grupo, el de los conjuntos que se encuentran en fase de reconstrucción, están desde hace demasiado tiempo los Sacramento Kings, franquicia que posee el dudoso honor de ser la que más campañas lleva sin disputar las eliminatorias por el título. Y es que el equipo de la capital de California está inmerso en un viaje a ninguna parte que parece no tener fin desde hace 12 años.
La última aparición de los Kings en los playoffs fue en el curso 2005-06, cuando cayó en la primera ronda (4-2) ante los Spurs. Aquella eliminatoria puso fin a una racha de ocho años consecutivos con presencia en esta fase de la temporada. Desde entonces no han dado con la tecla en los despachos para convertir al equipo de nuevo en competitivo. Tampoco ninguno de los nueve entrenadores que han pasado por Sacramento durante estos años. Todo han sido campañas con balance negativo tras unos cuantos picks altos del draft desaprovechados para desgracia de unos sufridos aficionados que perdieron en febrero de 2017 a su última gran esperanza, DeMarcus Cousins, traspasado a los Pelicans. El crecimiento de De’Aaron Fox, Willie Cauley-Stein, Buddy Hield, Justin Jackson, Bogdan Bogdanovic y lo que pueda llegar en el próximo draft será la clave de su futuro próximo. Pero a priori pinta que, salvo algún bombazo inesperado en el mercado, el camino de los Kings en esta etapa oscura aún puede ser largo.
Devin Booker, defendido por Bradley Beal. Brad Mills (USA TODAY Sports)
El segundo equipo que más tiempo lleva viendo los playoffs por televisión es, con ocho, los Phoenix Suns. El conjunto de Arizona no ha vuelto a asomarse a la fase decisiva de la temporada desde que compitió en la final de la Conferencia Oeste de la mano de Steve Nash y Amar´e Stoudemire en la 2009-10, si bien es cierto que no quedaron demasiado lejos algunas campañas. Un balance de 48 victorias y 34 derrotas no les sirvió, por ejemplo, en la 2013-14 (acabaron novenos en el Oeste, a un triunfo del octavo, los Mavericks). También pelearon en otras ocasiones durante esta época de sequía, como en la 2010-11 (40-42, décimos); en la 2011-12, curso que se vio afectado por cierre patronal (33-33, décimos); y en la 2014-15 (39-43, décimos de nuevo). Esta última Temporada Regular, al igual que las dos anteriores, las cosas han ido bastante peor y han acabado con el peor récord de la liga (21-61). Veremos si el destino depara a los Suns al anhelado Deandre Ayton y si el talento de su gran perla, Devin Booker, les ayuda a resurgir pronto.
Los Orlando Magic cierran el triste podio de más temporadas sin disputar los playoffs, con seis. La franquicia de Florida no parece tener muy claro el rumbo que sigue desde que enlazase igualmente seis años en la postemporada, incluyendo una final de la NBA (2009) y otra de conferencia (2010). En este tiempo ha hecho algún movimiento de dudoso éxito, como traspasar a Victor Oladipo (ahora estrella de los Pacers), un jugador por el que apostaron fuerte en el draft de 2013 (número 2) a cambio de Serge Ibaka para finalmente quedarse sin ninguno de los dos y acabar con Terrence Ross, un jugador que no ha demostrado gran cosa hasta la fecha en los Magic y que llegó de Toronto a cambio del ala-pívot español. En la operación de Oladipo perdieron también a Domantas Sabonis, por cierto, un pívot joven (22 años) más que solvente. Por el camino, eso sí, añadieron algún pick del draft, la eterna panacea que no termina de solucionarles nada. Elfrid Payton es la última prueba de ello. Tras hacerse con los servicios del base en 2014 (fue seleccionado en el número 10 por los Sixers e intercambiado esa misma noche por los derechos de Dario Saric, titular en la actualidad en Philadelphia), le enviaron prácticamente regalado a los Phoenix Suns el pasado mes de febrero (recibieron en la operación una segunda ronda del próximo draft). Un caos lo de Orlando.
Aaron Gordon, ala-pívot de los Orlando Magic, lanza a canasta en un partido ante los Sixers. Kim Klement (USA TODAY Sports)
A Kings, Suns y Magic le siguen Lakers, Nuggets y Knicks, con cinco campañas consecutivas sin acceder a los playoffs. Los angelinos están haciendo las cosas bien en su reconstrucción y no parecen lejos de poner fin a la peor racha de su historia gracias al talento joven que atesoran y al espacio salarial del que podrán disponer para fichar. Denver va en progresión ascendente y este curso se quedó fuera la última noche de Temporada Regular tras perder en Minnesota en un duelo directo y definitivo por la octava plaza del Oeste. El equipo que lidera Nikola Jokic debe estar en la pelea de nuevo en la 2018-19 después de sumar en ésta 46 victorias y 36 derrotas. Los Knicks, por su parte, son un perpetuo misterio que nunca acaba de resolverse. Y las dudas con la recuperación del lesionado Kristaps Porzingis no invitan al optimismo. En los 18 años que llevamos de siglo XXI sólo se han clasificado para las eliminatorias que deciden el campeón en seis ocasiones. Un bagaje muy pobre para una franquicia de tanto peso. Tendrán otra vez una elección alta en el draft y a buen seguro se volverán a mover en el mercado. Si aciertan y todo va bien con Porzingis y en la progresión de Frank Ntilikina tal vez den una pequeña alegría a Spike Lee la próxima temporada. Quién sabe.