Una comunidad de Logroño decide pasar el invierno sin calefacción
El incremento en el precio del gas y la electricidad han llevado a esta drástica decisión, ante la imposibilidad de pagar una elevada factura.
Con el otoño recién entrado, muchas comunidades de vecinos ya hacen cálculos para lo que está por venir: un invierno cargado de dudas por el elevado precio de la electricidad y del gas. La guerra de Rusia en Ucrania ha provocado el aumento en el precio de estas materias, y en España una comunidad ya ha decidido que no pondrá la calefacción ante un potencial coste disparado de la factura. Un edificio en Logroño lo tiene claro y pasará el invierno sin calefacción.
Así se ha decidido por una amplia mayoría de los vecinos, ante la imposibilidad de apagar una cuota que para estos próximos meses se esperaba que rondara los 500 euros. Y es que, con la subida de la luz, el gas y el petróleo, las condiciones para los sistemas de calefacción comunitario son de las más complicadas que se recuerdan. Entre los meses de octubre y mayo, el desembolso puede llegar a los 2.400 euros por vecino, de acuerdo con las estimaciones del Colegio de Administradores de Fincas de La Rioja.
El secretario de este organismo, Ignacio Román, reafirma la decisión de esta comunidad de Logroñés y asegura que, de momento, es algo que no está generalizado. “Lo que sí se está haciendo es ajustar el horario o la potencia de la calefacción”. Así, o bien se reducen las horas en las que el calor llega a los radiadores de las comunidades, o bien se reduce la temperatura del agua caliente para los vecinos. En dos años, apunta Román, la factura se ha triplicado. Algo que para muchos vecinos “resulta imposible”, y las comunidades, además, no tienen opción de acogerse a la tarifa regulada de último recurso (TUR).
Alternativas
A esta opción sí tienen acceso los propietarios con caldera individual, por lo que una alternativa es adoptar los sistemas de calefacción central para contar con un consumo de forma individual. Sin embargo, no todas las comunidades de vecinos pueden cargar con dicho coste: implica la instalación de un termostato en cada uno de los radiadores, junto a un repetidor, para así conocer la lectura del consumo.
Pero para ello hay dos problemas. El primero, de carácter económico para las comunidades. “Las obras tienen un coste de unos 800 euros de media por hogar, en función del número de radiadores”, explican desde el Colegio de Administradores de Fincas. El segundo, que actualmente los instaladores están desbordados. “Son muchas las comunidades que demandan estas medidas, pero las empresas, algunas con más de 200 pedidos en estos momentos, no dan abasto”.
Pero, a largo, plazo, la principal medida pasa por la rehabilitación energética de aquellos edificios con mayor antigüedad. Con la actual situación, calculan que la reducción en la demanda del consumo puede ser notable. “Se puede alcanzar hasta un 90% de bajada en el consumo de energía”, explica Arturo Andrés, aparejador y presidente de la Plataforma Edificación Passivehaus.