Ucrania para a la flota rusa
La superioridad de la Armada de Rusia no se ha visto traducida en victorias determinantes a través de acciones anfibias.
La Armada de Rusia partía con mucha ventaja, pero, por el momento, no ha sido suficiente para imponerse a la resistencia ucraniana. El tratado bilateral de 1997 entre Rusia y Ucrania permitió a la flota rusa contar con bases en la península de Crimea.
Este hecho debería haber sido decisivo para que Rusia conquistara la costa ucraniana, pero la realidad es que las ofensivas no han estado a la altura que se podía esperar pese a contar con esa ventaja.
En consecuencia, tal y como recoge El País, el presidente de Rusia, Vladímir Putin, destituyó el pasado 18 de agosto a Igor Ósipov, el comandante de la Flota del mar Negro. Un gesto que para el almirante James Foggo, excomandante de la Armada estadounidense para África y Europa y decano del Centro para Estrategia Marítima, supone una prueba evidente de que los objetivos no se han cumplido.
“La Flota del Mar Negro no ha podido llevar a cabo acciones anfibias para conquistar Mikolaiv y Odesa, creo que por eso Putin relevó a su comandante”, argumenta el almirante.
Una actitud conservadora de Rusia
Para Foggo es sorprendente que la Armada de Rusia ni siquiera haya tratado de acercarse a las aguas costeras bajo control ucraniano. Sin embargo, el motivo de esta estrategia conservadora radica en la amenazante presencia de los misiles antibuque Neptune ucranianos y de los Harpoon, de fabricación estadounidense.
De hecho, en el mes de abril, un misil Neptune hundió el ‘Moskva’, el buque insignia de la Flota del Mar Negro. Y poco antes, en marzo, el barco de transporte de vehículos militares Saratov fue aniquilado por drones.
Superioridad rusa que no se ha visto reflejada
No obstante, la flota rusa sigue siendo ampliamente superior. Cuenta con 40 grandes buques de guerra en el mar Negro, y entre seis y ocho submarinos que también están presentes en la zona.
Ucrania tan solo posee una docena de embarcaciones de pequeña eslora, en general patrulleras, y su única fragata fue destruida en el mes de marzo a manos de su propia tripulación para evitar que las fuerzas rusas pudieran hacerse con ella.
En cualquier caso, la realidad es que la superioridad de la Armada de Rusia le ha valido para impedir el tráfico de buques mercantes en los puertos ucranianos, pero no para lograr victorias determinantes a través de invasiones anfibias. Por lo que se puede decir que, por el momento, Ucrania para a la flota rusa.