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Susto en Gijón: rescatan a un niño de dos años jugando en el alféizar de un tercer piso
Los vecinos alertaron a la Policía ante el temor de que el menor se precipitase al vacío. En la vivienda se encontraban otros dos menores de edad.
La Policía Local de Gijón ha rescatado a un niño de dos años que se encontraba en el alféizar del tercer piso donde reside junto a su familia en la calle Pola de Siero, en el barrio de la Laviada de la localidad asturiana. El menor estuvo a punto de precipitarse al vacío mientras jugaba en el alféizar de la ventana.
El rescate de los agentes se ha producido sobre las 11:20 horas, cuando recibieron el aviso de los vecinos del bloque. Los testigos aseguraron que, hasta que llegó la Policía, improvisaron un colchón con varias sábanas ante el temor de que el menor se precipitase al vacío. Además, uno de ellos asegura que “escuchó un estruendo de una maceta que cayó al suelo”. Un factor que fue fundamental para que se diesen cuenta de lo que ocurría en ese momento.
Según recoge ‘La Información’, aproximadamente 50 personas llegaron a aglutinarse en el lugar de los hechos. “Todavía tengo el susto en el cuerpo. Fue una situación de nerviosismo máximo”, expresó uno de los testigos en declaraciones realizadas al medio citado. Un menor que se encontraba en el alféizar de la ventana de su vivienda, aunque no se encontraba sólo en ella.
Por su parte, la ‘Cadena SER’ ha explicado que los agentes no recibieron respuesta tras llamar a la vivienda donde sucedían los hechos, y optaron por hacer uso de una radiografía para entrar en el domicilio. En ese momento, en el domicilio familiar se encontraban otros dos menores de edad. Finalmente, los agentes pudieron rescatar al niño de la ventana. El niño de dos años no sufrió ningún tipo de lesión durante la operación de rescate.
Finalmente, las autoridades localizaron a la madre del menor, que llegó 20 minutos después de lo sucedido. De hecho, una vecina ha expresado que no es la primera vez que ocurre un hecho de características similares en el barrio. Dianelis Galván, dueña del bar que se encuentra justo debajo de la vivienda de la familia, declaró a ‘La Sexta’ que fueron “los 20 minutos más largos de su vida”.