Una pareja jubilada se muda a un contenedor en su jardín y el juez les obliga a cumplir una orden de ejecución: “Esta es nuestra casa”
Los propietarios del contenedor se enfrentan a una posible multa económica o incluso a una condena en presión si no cumplen con lo establecido.
Malcolm y Michelle Farrell, una pareja del Condado de Roscommon, Irlanda, comparecen ante el tribunal por incumplimiento de las leyes urbanísticas. Según se informó durante una sesión especial del Tribunal de Distrito de Roscommon, la pareja había pasado por alto un aviso de cumplimiento que se le entregó en agosto de 2022.
En la sesión se explicó que la pareja vive en una caravana estacionada en su propiedad y utilizaban un contenedor de transporte como almacén. Además, habían instalado paneles solares, depósitos de agua para la recolección de agua de lluvia, un huerto y zonas para cabras. El problema, según Patrick Barden, representante del ayuntamiento ante el tribunal, reside en que la pareja no obtuvo previamente el permiso de obra para la construcción del contenedor.
Los representantes de la pareja, formados por la propia señora Farrel y su hija, el señor Farrell no pudo asistir por enfermedad, confesaron haber presentado solicitudes de retención de planificación y solicitudes de vivienda social, la cuales no pudieron ser procesadas por falta de información. En contraposición, Barden explicó que el ayuntamiento recibió una denuncia en octubre de 2017 por la construcción no autorizada en el domicilio del acusado, según informa Roscommon Herald.
Según la denuncia, la pareja había construido un contenedor de carga, un aparcamiento para dos coches, desagües y obras de tuberías, además de haber instalado su caravana en los terrenos de su propiedad. En la denuncia se señalaba que se había abierto la carretera para la instalación de tuberías y existía una preocupación real por los vertidos.
Incumplimiento de la orden
El mismo año de la denuncia, el ayuntamiento emitió una carta de advertencia a la pareja sobre estas modificaciones. En respuesta, Malcolm y Michelle Farrell aseguraron que el contendor se encontraba en el terreno de una antigua casa y que los desagües ya estaban instalados. No obstante, en inspecciones posteriores se comprobó que las obras de drenaje y cercado estaban completadas y se localizó la caravana y el contenedor.
El ayuntamiento volvió a emitir cartas de advertencia a la pareja en 2019, pero la pareja aseguró que no disponían de otro sitio para vivir. En una inspección posterior, los profesionales no pudieron contactar con la pareja y se tomó la decisión de proceder con las medidas de ejecución. Se les exigió el desalojo de la urbanización, el cese de su uso y la restauración del terreno a su estado anterior.
Unas inspecciones de 2024 mostraron que la pareja no había cumplido con la orden de ejecución. La señora Farrell, que no contaba con representación legal, declaró ante el tribunal que “esta es nuestra casa” y confesó que un abogado les había dicho a ella y a su marido que no era necesario un permiso de obra para el contenedor. No obstante, la acusada no pudo demostrar dicha conversación ante el tribunal.
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En su sentencia, el juez advirtió que el incumplimiento de esta orden era un asunto grave y que podría conllevar consecuencias económicas e incluso un tiempo en prisión. El juez advirtió a la pareja que si mostraban un compromiso real y cumplían la orden de ejecución, no se les impondría ninguna multa.
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