Un cliente va a pagar una paella que no le han cobrado y la reacción del local sorprende: “Más gente así”

Comer en un chiringuito de playa es una de las cosas más comunes cuando uno está de vacaciones. El paseo marítimo de Málaga cuenta con una extensión enorme y en él se asientan multitud de chiringuitos que cada día sirven pescados y mariscos frescos, así como paellas u otros productos típicos.

En el barrio malagueño de El Palo, una conocida zona pesquera de la ciudad, se encuentra el restaurante Narval. Este local familiar está dirigido por dos hermanos y ha protagonizado una escena aplaudida por todos.

Una paella sin cobrar

Todo comenzó con una comida de 12 personas en ese chiringuito hace unas semanas, así lo ha relatado uno de los dueños del local en la Cadena Ser. “Atendí una mesa con doce clientes y a nosotros se nos olvidaba apuntarle una paella para seis personas. No nos dimos cuenta, el cliente pagó la cuenta y se marchó” contaba el hostelero.

“A los dos días, por WhatsApp, me escribió diciendo lo que había ocurrido, que había un error en la cuenta y que no se había incluido la paella. Era un grupo de amigos que vino aquí a comer” ha explicado Manuel Belmonte, uno de los propietarios del chiringuito.

Todo este revuelo se ha generado después de que la cuenta de Twitter @soycamarero, publicara un mensaje que le mandó el cliente que se fue sin pagar esa paella para seis personas. El cliente que se dio cuenta de que le faltaban 48 euros por pagar y contactó con el restaurante, como ha contado uno de sus dueños. Aunque, a Manuel Belmonte, propietario del chiringuito Narval, se le ha olvidado comentar la respuesta que le dio a su cliente.

“No se preocupe por el importe la paella, haría falta más gente honrada como usted. Ayude si le parece a alguien que lo necesite que duerma en la calle o a quien usted vea conveniente, si no es ninguna molestia para usted, claro. Muchas gracias de verdad. Estaremos encantados de recibirle otra vez por el restaurante. Un saludo y muchas gracias”. Esta es la respuesta que dio el restaurante a la petición del cliente cuando este se ofrecía a hacer un bizum o una transferencia bancaria para saldar la deuda de 48 euros que tenía con el restaurante.

Desde que esta historia se ha dado a conocer en redes sociales, asegura el hostelero que ha recibido multitud de visitas de clientes que le comentan haber visto lo que hizo. Confirma que esta situación es un poco rara para él, pero agradece que la gente apoye un negocio familiar como el suyo.

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