The Guardian abandona X
El medio de comunicación dejará de publicar en la red social “dado el contenido perturbador, [...] incluidas las teorías de conspiración de extrema derecha y el racismo”.
The Guardian, uno de los medios de comunicación referencia en Reino Unido, ha decidido dejar de publicar en la red social X (antes Twitter), porque “los beneficios de estar en X son superados por los aspectos negativos” y porque cree que puede destinar sus recursos “para promover el periodismo en otros lugares”. La decisión llega tras el apoyo masivo a Donald Trump del dueño de la red social, Elon Musk, y en medio de los extendidos bulos que aparecen en la red social.
“Es algo que hemos estado considerando durante un tiempo, dado el contenido perturbador que a menudo que se promueve en la plataforma, incluidas las teorías de conspiración de extrema derecha y el racismo. La campaña electoral presidencial de EEUU solo sirvió para subrayar lo que hemos considerado durante mucho tiempo: que X es una plataforma de medios tóxica y que su propietario, Elon Musk, ha podido usar su influencia para dar forma al discurso político”, señala The Guardian en su nota informativa.
The Guardian no publicará más en X a través de ninguna de sus cuentas oficiales, pero los usuarios sí podrán seguir compartiendo los artículos en la red social de Musk. Los reporteros de The Guardian también podrán utilizar X, “para fines de recopilación de noticias, tal como utilizan otras redes sociales en las que no participamos oficialmente”. Para The Guardian, esta red social “desempeña un papel menor” en la promoción de su periodismo y pide que, quien quiera leerlo, acuda directamente a su web, theguardian.com.
The Guardian también afirma estar en contra de “un ecosistema mediático dominado por propietarios millonarios”, “malos actores que difunden desinformación”, “abogados, ricos y poderosos que intentan impedir la publicación de historias que no quieren que veamos”, “grupos de financiación dudosa decididos a socavar los hechos de emergencia climática y otros datos científicos comprobados” y “estados autoritarios que no respetan la libertad de prensa”.
De no tener cuenta en Twitter a ser amigo del propietario, Elon Musk
Antes de que Musk adquiriera Twitter, la red social suspendió permanentemente la cuenta de Trump ante el riesgo de “incitación a la violencia”. Ocurrió en 2021, después de que sus seguidores irrumpieran en el Capitolio estadounidense porque este aseguró que se había cometido un fraude electoral en su derrota en los comicios presidenciales de 2020. “Estas cuentas no pueden estar por encima de nuestras reglas y no pueden usar Twitter para incitar a la violencia”, señaló la red social en un comunicado en el que adjuntó las publicaciones en las que Trump había incitado a la violencia.
“Hemos determinado que estos tuits violan la política de incitación de la violencia y el usuario @realDonaldTrump debe ser suspendido de forma inmediata y permanente del servicio”, zanjaba el comunicado. Cuatro años más tarde, las personas y medios que difundieron aquel bulo no han presentado ninguna prueba fehaciente de la existencia de fraude en las elecciones de 2020. El entonces fiscal general de Estados Unidos, William Bar, aliado de Trump, aseguró no haber encontrado evidencias de fraudes tras aquellos comicios.
Un año y medio después de la suspensión permanente, Elon Musk compró la red social y le devolvió la cuenta a Donald Trump. Para saber si debía o no activarla de nuevo, lanzó una encuesta en X en la que participaron 15 millones de personas. Dos años más tarde, Musk ha seguido la noche electoral de 2024 en la misma casa de Trump, quien finalmente ganó la presidencia de Estados Unidos.
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